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Curso de Bolsa

¿Cómo se supone que vas a aprender a invertir en Bolsa? Podrías tener la suerte de conocer a un trader profesional que estuviera dispuesto a enseñarte. Ese sería un camino ideal porque construirías sobre la experiencia de alguien que va por delante de tí, pero ¿y si no tienes a ningún inversor profesional en tu círculo de amistades? En ese caso las opciones suelen ser tres: explorar por tu cuenta y riesgo, leer libros sobre los mercados o apuntarte a un Curso de Bolsa.

Por tu cuenta y riesgo

Esta primera opción es perfecta para personas autodirigidas, con iniciativa, un talento superior y mucho tiempo y dinero. Nosotros lo llamamos el camino del machete porque es como querer atravesar una jungla sin brújula y saliendo del sendero trazado por la experiencia. Si uno lo logra, sin duda será a cambio de sufrimiento y esfuerzo, aunque puede ser muy gratificante. En el mundo del trading, no obstante, esta opción sale muy cara porque los errores se pagan con dinero.

Leer libros sobre los mercados

Leer libros, por otro lado, es una opción económica e interesante. Al comprar experiencia de segunda mano podemos detectar las principales trampas, errores y dificultades con las que nos vamos a enfrentar. El problema es que hay una diferencia notable entre leer sobre la Bolsa y operar, igual que es distinto leer sobre la natación que nadar. Por otro lado, la mayoría de los libros cubre solamente algunos de los elementos que son necesarios para ser un trader profesional. Generalmente el énfasis está puesto en la capacidad de analizar el mercado en búsqueda de oportunidades de inversión, aspecto que, si bien es importante, no es ni de lejos suficiente. Sin una precisa gestión del riesgo, y de la posición, o sin disciplina para ejecutar un plan de trading los resultados no llegarán.

Curso de Bolsa

La tercera vía consiste en apuntarse a un curso de bolsa. Esta modalidad va desde la conferencia de una tarde hasta un programa de estudio sistemático durante varios meses. Obviamente lo que uno va a aprender durante un fin de semana será diferente de lo que aprenderá si dedica semanas a su formación. Los cursos de bolsa además se pueden tomar de forma presencial o bien a distancia, estudiando los materiales en formato audiovisual e incluso interactuando con los formadores en directo, o viendo como operan y analizan el mercado desde sus propios ordenadores.

Centrémonos en el curso de bolsa como un medio para aprender a operar en los mercados de forma profesional, y veamos que hay dos tipos de requisitos que tendremos que desarrollar:

  • Requisitos de conocimiento: Tendremos que saber cómo se mueve el mercado, qué es un sistema de inversión, cómo gestionar el riesgo, la importancia de ser disciplinado, etc.
  • Requisitos de habilidades: Tendremos que ser capaces de llevar a la práctica ese conocimiento de forma precisa.

Esta distinción entre lo que tenemos que saber (Conocimientos), y lo que tenemos que hacer (Habilidades), es fundamental. Esto es así porque la operativa en los mercados es algo que se hace, no es algo que se piensa o se imagina. Los operadores tienen que desarrollar el tipo de conductas necesarias para lograr los resultados que desean, por eso es tan importante la parte práctica de los cursos.

La mayoría de cursos se centran en facilitar conocimiento e información a los alumnos. Conocimiento e información sobre los mercados, sobre indicadores técnicos, sobre teorías de inversión, sobre gestión del riesgo y demás. Este tipo de conocimiento es importante, pero es absolutamente insuficiente. Un trader que sepa analizar un mercado y encontrar una oportunidad de inversión está muy lejos de ser un trader consistente, porque una cosa es analizar, y otra cosa es ejecutar una conducta profesional ante ese análisis.

Cuando un estudiante se enrola en un curso debería tener presente este aspecto de su capacitación. Así, de la misma manera que leer sobre la natación no nos convertirá en buenos nadadores, saber analizar un mercado no nos convertirá en buenos operadores. Para que desarrollemos la habilidad de operar de forma profesional tenemos que llevar a la práctica el conocimiento.

Lo que debemos de buscar pues, en un curso de bolsa, es el desarrollo de nuestras habilidades como traders, y en cambio, lo que la mayoría de cursos ofrece es conocimiento e información, pero no hay un espacio de práctica que permita el desarrollo del tipo de conductas necesarias para operar en tiempo real y bajo presión.

Por este motivo cuando los alumnos finalizan su formación salen con la falsa sensación de estar preparados, pero en realidad la mayoría de las veces solamente tienen información teórica y se enfrentan a la frustración de aplicar dicha teoría sin supervisión, y sin un plan de trabajo detallado.

¿Qué le tenemos que pedir a un curso de bolsa? Que se centre en el desarrollo de las habilidades del trader profesional: habilidad de detectar oportunidades de inversión, habilidad de tomar posiciones, de gestionar el riesgo y de tomar beneficios, y habilidad de controlar las respuestas emocionales.

La forma más eficiente de desarrollar una habilidad consiste en: a) la visualización guiada de una conducta excelente, b) la creación de un entorno de entrenamiento seguro y c) la supervisión de la ejecución por parte de un experto.

a) La visualización guiada de una conducta excelente le muestra al alumno lo que tiene que realizar. El tutor desarrolla el conjunto de acciones de forma precisa una y otra vez, da explicaciones y contesta las dudas de sus alumnos, y los alumnos adquieren un modelo de referencia hacia el que ir. En el caso de un golpe de pádel, el monitor ejecutará el conjunto de movimientos, y el estudiante lo observará. En el caso del trading, el monitor analizará el mercado en directo y tomará las posiciones en la dirección y forma en que hay que hacerlo y el alumno observará y hará las preguntas que tenga.

b) La creación de un entorno de entrenamiento seguro, permite al alumno ir desarrollando la habilidad sin los elementos de presión. Si la habilidad que queremos desarrollar es la de andar por la cuerda floja, el entorno de entrenamiento es la red que amortiguará una posible caída, y en el caso del trading es un simulador que permita practicar sin arriesgar el dinero antes de estar preparado.

c) La supervisión de la ejecución por parte de un experto permite detectar posibles fallos y corregirlos lo antes posible. En el caso de aprender un paso de baile, la supervisión por parte del tutor permite detectar posibles errores de forma instantánea y hacer sugerencias para que el alumno los erradique. Sin esa supervisión el alumno puede entrenar el error. En el caso del trading el tutor quiere corregir la operativa, ver si el alumno está sobreapalancado, si está forzando la operación, si está dejando dinero en la mesa, si está colocando el stop en el lugar adecuado, etc.

Así pues, para poder sacar el máximo partido a un curso de bolsa lo que queremos es que sea un curso práctico y que se centre en el entrenamiento. Es a través de este entrenamiento cuando el contenido conceptual del curso va a poder aplicarse en la práctica.

Al ser el desarrollo de habilidades un proceso que lleva tiempo, queremos que el curso se imparta durante un periodo suficiente. Así, aquellos cursos intensivos de fin de semana, suelen tener el valor de dar información y conocimiento, pero no aportan el entorno necesario para transformar esa información en una conducta consistente. Lo que tenemos que hacer es buscar un programa que dure el tiempo necesario para que el alumno aprenda ejecutar el tipo de conductas que el trading profesional requiere. Esto varía en función del alumno, pero una media podría estar alrededor de los seis meses para las habilidades básicas.

De la misma manera que es complicado que un alumno aprenda a tocar la guitarra de forma competente en menos de seis meses, también es complicado que aprenda a operar de forma profesional. En ambos casos se trata de saber hacer.

En el caso de un curso de bolsa queremos que contenga un programa de entrenamiento en el que haya un experto analizando y operando el mercado delante de los alumnos, que enseñe a practicar sin tener que arriesgar el dinero antes de tiempo, y que supervise la operativa para detectar errores y consolidar los aprendizajes. Con estos elementos tenemos las máximas opciones de éxito.