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El miedo en la Bolsa

¿Por qué razón surge el miedo cuando estamos operando en los mercados y por qué motivos es importante erradicarlo? Para sentir miedo, tenemos que hacer una evaluación más o menos consciente de las consecuencias que se derivan de nuestro entorno. Estamos haciendo algo y proyectamos hacia el futuro el resultado que podemos obtener... si el resultado es incierto, está fuera de nuestro control, o anticipamos que puede ser negativo, solemos responder con una reacción fisiológica a la que llamamos miedo. El miedo se origina en nuestra mente, en base a los juicios que hacemos, que dependen de cómo interpretamos, por un lado el entorno, y por otro lado nuestra capacidad para hacer frente a ese entorno, y se manifiesta físicamente en nuestro cuerpo.

  • Si estoy participando en una operación y el precio se mueve en mi contra, anticipo consecuencias negativas en forma de pérdida... eso puede generar miedo.
  • Si estoy participando y el precio se mueve a mi favor, puedo imaginar que el precio podría dejar de ir a mi favor y girar en mi contra... eso puede generar miedo.
  • Si no participo de una operación pero veo como el precio se escapa en lo que parece un buen recorrido, puedo imaginar lo que estoy dejando de ganar... eso puede generar miedo.
  • Si participo pero lo hago con una cantidad pequeña en relación a mis posibilidades y la operación es ganadora, puedo reprocharme el no haber participado con más capital... eso puede generar miedo.
  • Si baso mi operativa en "tener razón" y el mercado no me la da... eso puede generar miedo.

Ahora bien, ¿qué tiene de malo sentir miedo? al fin y al cabo es una respuesta adaptativa con cierto valor para nuestra "supervivencia". Sí, efectivamente es así, y probablemente anticipar las consecuencias de nuestros actos es algo que nos permite evitar situaciones de riesgo, pero cuando hablamos de participar en los mercados estamos señalando un tipo de práctica en la que siempre estaremos arriesgando algo. La Bolsa y su operativa lleva asociada un riesgo de pérdida en todas y cada una de las operaciones. La principal razón por la que el miedo es una emoción que juega en nuestra contra tiene que ver con la respuesta de nuestra fisiología. Ante una situación que estimamos amenazante nuestro cuerpo responde en un nivel muy básico con tres grandes estrategias: lucha, huye, o se queda paralizado.

  • Si he tomado una operación basada en mi sistema, y el mercado se ha girado en mi contra, ha hecho saltar mi stop con la correspondiente pérdida, y luego ha reemprendido el movimiento anterior a favor de mi entrada original, podría sentirme atacado y luchar desde el miedo... Esa lucha podría tomar la forma de una operación de "venganza" en la que entrase al mercado de nuevo en un lugar inadecuado.
  • Si he entrado al mercado y el precio, después de mantenerme en espera durante un buen rato, finalmente se mueve a favor de mi posición, podría sentir el miedo a perder lo que "estoy ganando"... y en vez de permanecer fiel a mi sistema, y tomar beneficios en el lugar adecuado, podría salir prematuramente, en una maniobra de tipo "huida", dejando dinero en la mesa.
  • Desde el miedo podría estar viendo como el mercado presenta oportunidades de inversión y ser incapaz, por estar "paralizado", de actuar acorde a mi sistema.

El miedo hace que mi foco de atención se centre en la fuente de la amenaza. Como dice Daniel Goleman, los circuitos más primitivos del cerebro, y entre ellos la Amígdala, secuestran a la razón. Una experiencia muy habitual entre los traders que están recorriendo su camino hacia la consistencia, es el de perplegidad por lo que han hecho. En un momento dado han participado de una forma, y cuando analizan sus operaciones, estando ya fuera del mercado, se extrañan por haber hecho lo que han hecho. Algo así como sorpresa por no haber tenido en cuenta información que, a posteriori, era evidente que invalidaba la oportunidad de inversión, o haber asumido un riesgo que sobrepasaba el riesgo que el sistema estipula como aceptable. Estos comportamientos son un ejemplo de lo que el miedo puede hacer: bloquea nuestra capacidad para ponderar adecuadamente la información, con lo que al final se hacen juicios sesgados y erróneos. El miedo puede bloquear la información sobre la amenaza. Es como no querer ver aquello que puede ser peligroso... Un trader podría sobrevalorar una parte pequeña de la información disponible que apoyase a su operación, y minus valorar aquella información que la negase o la contradijese. Por estos motivos NO debemos operar desde el miedo. Es un tipo de emoción que jugará siempre en nuestra contra y que tenemos que evitar. ¿Pero cómo lo hacemos? La mejor forma de evitar el miedo en la Bolsa es comprendiendo su origen. Sentimos miedo porque evaluamos una situación como potencialmente contraria a nuestros intereses, y para dejar de sentir miedo y poder actuar a favor de nuestro mejor interés, tenemos que cambiar el paradigma desde el que operamos. Se trata de entender que el resultado aislado de cualquier operación no es algo que podamos controlar, ni predecir, ni anticipar. Sencillamente no nos está dada la capacidad de conocer el futuro... Se trata también de comprender que NO es necesario conocer el futuro para ganar dinero en la Bolsa. El cambio de paradigma pasa por entender que en los mercados ganamos cuando operativizamos la ventaja estadística de nuestro sistema, no cuando adivinamos lo que pasará... Participamos solamente cuando tenemos un sistema que nos indica que la probabilidad de ganar está a nuestro favor, y sabemos que, al tratarse de una probabilidad, no importa el resultado individual de una operación. Eso permite que dejemos de intentar predecir el futuro y nos centra en nuestro desempeño. Necesitamos una serie suficientemente larga de oportunidades para que la probabilidad con la que participamos se exprese. Una operación, aislada, no nos dice nada, no tiene sentido, no tiene valor ni nos descalifica, no pone en tela de juicio nuestra habilidad ni nuestra competencia, no es ni buena ni mala... Al comprender eso podemos desapegarnos de la necesidad de controlar lo incontrolable. No se trata ya de adivinar nada, se trata de analizar lo que el mercado hace para identificar oportunidades de inversión donde la probabilidad de ganar está a nuestro favor. Se trata de participar en esos escenarios manteniendo el riesgo bajo control. Este cambio de mentalidad permite que el foco de atención sea nuestro desempeño, evaluado como la correcta aplicación de un plan de trading. El miedo no puede aparecer si lo que hacemos no genera un resultado amenazante, y el resultado de cualquier operación, tomado de forma aislada, no tiene más valor que el puramente informativo. Al participar utilizando un sistema basado en la probabilidad, sabemos que tenemos que evaluar series completas de operaciones, y no operaciones aisladas. Esta forma de actuar nos aleja del miedo y nos permite mantener la cabeza fría y serena.