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100 ideas para mejorar tu trading: Ideas 91 a 100

100 ideas para mejorar tu trading: Ideas 91 a 100

91. Solo hay una historia

Abres tus gráficos y ves el de 5 minutos diciendo una cosa, y el de 15 otra, y el horario otra, y el diario otra.

Cuantos más gráficos más información contradictoria, ¿pero es esto así? ¿Los distintos marcos de representación dan información contradictoria? 

Hay personas que llegan a reducir el número de gráficos a uno: opero en m30 y ya, porque es la única forma de que la información no se contradigan entre sí. 

Por un lado, está el mercado, y por otro lado, está la forma como lo representas, no debes confundir el mapa con el territorio. Se trata del mismo mercado y cuenta la misma historia, no dos historias distintas, ni tres, ni cuatro: una. La historia del precio.

Si ves una cosa en el gráfico de 5M y otra en el de una hora tienes un problema. Debes tener claro que distintos gráficos enfatizan distintos aspectos informativos  pero que están informando de la misma realidad. Son representaciones de lo mismo, mapas diferentes del mismo territorio.

Cualquier gráfico es una representación de un conjunto de transacciones que se han realizado, y en algunos casos la representación de transacciones que están por realizar. La disposición gráfica de esas transacciones toma una forma u otra, pero el fondo es el mismo.

Y lo mismo pasa con un gráfico Henkinashi, un gráfico de rango o bookmap, están representando lo mismo de forma diferente.

La idea es que las distintas formas de representación enriquezcan tu juicio y faciliten tu toma de decisiones, pero no que lo confundan.

Se trata de que te permitan ver la historia del precio desde distintos puntos de vista, pero no que te hagan creer que son historias distintas. Es la misma exacta historia así que mantén eso en tu mente y realiza la integración en un todo coherente.

 

92. Reduce tus decisiones 

Así de sencillo, estudia tu proceso de trabajo bajo ese prisma, y piensa en todas las decisiones que tomas que podrías reducir, automatizar, o simplificar.

Entiende que cuantas más decisiones debas tomar más compleja será la tarea cognitiva a la que sometas tu mente. ¿Debes decidir cada vez que es una ventana de oportunidad, o eso ya lo tienes decidido con antelación? ¿Debes decidir cada vez el % con el que vas a participar? ¿Dónde entrarás específicamente? Dónde protegerás la posición? ¿Dónde tomarás parciales? ¿Tienes un sistema definido para cerrar la posición o irás decidiendo sobre la marcha?

Por un lado debes incorporar la información nueva que va generando el precio, pero por otro lado quieres simplificar tu toma de decisiones, sobretodo si llevas poco tiempo o si aún no eres consistente. 

Creo que no deberías tener cinco formas de entrar, siete escenarios y cuatro sistemas de gestión, al contrario. Deberías tener una forma de entrar, un escenario y una forma de gestión, y además debería ser muy pero que muy sencilla. Entro aquí con este % exacto de mi cuenta, mi stops y mis salidas están programados y son fijos.

Más adelante, con algunas muescas en tu cinto puedes añadir una gestión más dinámica y exigente. Puedes considerar otras posibilidades, otros escenarios, una salida dinámica, una gestión dinámica, una toma de beneficios dinámica, pero al principio cuantas menos decisiones tengas que tomar bajo presión tanto mejor.

 

93. Atención a la tarántula

Cuando estés haciendo trading y tengas que analizar la información que está expresándose en tu pantalla, debes estar atento, en el aquí y en el ahora. Tanto el pasado como el futuro deben quedar a un lado. Lo más relevante es lo que está sucediendo en este momento. Presta atención.

En ese caso puedes imaginar que hay una tarántula muy cerca de ti, no sabes dónde exactamente, pero sabes que está ahí y vas a localizarla antes de que ella te localice a ti.

La atención con la que buscarías esa tarántula es la misma con la que quieres mirar la acción del precio.

 

94. Toma notas 

Estás operando el mercado y tomas una operación, la gestionas y al final tomas un a fotografia. Quieres guardar una imagen de esa operación para su posterior estudio. Pero ojo, no te quedes ahí, marca tus gráficos, pintalos, llenalos de observaciones y notas. De esta forma en cualquier momento futuro que los repases podrás recuperar el valor de tus observaciones.

No se trata de que veas el punto en el que entraste y en el que saliste, sino lo que estábamos pensando, qué te inquietaba, que imaginabas que iba a suceder, dónde tenías puesto el foco. Qué sesgo era el que creías que presentaba el mercado, qué estrategia de gestión utilizaste, cuando y cómo moviste tus stops, dónde planeabas tomar tu beneficio y donde lo tomaste realmente.

Una imagen de tus operaciones es mejor que nada, pero una imagen detallada, con notas y observaciones, con flechas, dibujos y marcas, que recoja tus hipótesis, te permitirá crecer de forma acelerada como operador. 

Cada vez que repases tus notas te situarás rápidamente en el punto en cuestión, tendrás presente lo que en ese momento centraba tu atención, pero podrás ver otras cosas, añadir nuevas observaciones, y eso te permitirá seguir enriqueciendo este gráfico. Hazlo. Añade notas, y apuntes. Tus primeras notas en azul, tus segundas en verde, tus terceras en rojos. Tus gráficos deben ser documentos vivos, que van creciendo a medida que creces tú.

Eso respecto de tus gráficos, pero también deberías generar un archivo de tus observaciones generales. A medida que pases tiempo de pantalla comenzarás a ver patrones que se repiten, tendrás ideas, se te ocurrirán posibilidades ¿qué pasa cuando el precio se lleva el primer fractal después de la apertura de Londres? ¿qué pasa cuando hay un cambio de contrato y en el nuevo vencimiento el precio está cotizando más caro? Si el Vix está alto, y el SP está cayendo, espero que el dólar Cad esté bajista pero entonces ¿qué pasa con el petróleo? Toma nota de todas tus ideas porque pueden contener pepitas de oro.

 

95. Anticipa tu próxima decisión 

Cuando tomes una decisión para actuar de alguna forma  en el mercado, sea la decisión que sea, específica antes de tomar esa decisión, cuando deberás realizar la próxima decisión.

De esta manera no improvisarás, no irás moviendo tus stops porque sientes una cierta tensión emocional, no entrarás a perseguir el precio porque ha acelerado bruscamente, no saldrás antes de tiempo, esperarás a que llegue el momento de tomar la siguiente decisión y actuarás en ese momento.

Te pongo un ejemplo: se está formando una figura que operas y te dices que, sí confirma, y la vela cierra rojo, entrarás vendido en ese momento.

Esa es tu decisión. Lo que harás será decidir, antes de que cierre esa vela y antes de que vendas, cuando vas a tomar la siguiente decisión. Por ejemplo: Mi siguiente decisión será situar el Stop por encima del máximo de la vela roja.

La vela cierra en rojo, dentro vendido y me dispongo a poner mis stops por encima del máximo, pero antes de hacerlo, ya he decidido cuándo tomaré la siguiente decisión. En este ejemplo, cuando el precio haya recorrido 1,5 veces el riesgo que estoy asumiendo. En ese momento pondré mis stops a BE.

El precio recorre 1.5 veces el riesgo y voy a ejecutar la decisión tomada con anterioridad de situar mis stops en BE, pero antes de hacerlo también tengo claro cuándo tomaré la siguiente decisión: Si el precio llega a la siguiente zona de soporte saldré con la mitad de las posiciones.

El precio llega a la zona de soporte, y antes de ejecutar la decisión que tomé con anterioridad y cerrar la mitad de las posiciones, determinó cuándo tomaré la siguiente decisión: si el precio cierra por debajo de la zona de soporte mis stops en BE se situarán por encima del máximo de la vela que cierre.

El precio sigue cayendo y está cerca de cerrar por debajo de soporte. Ya decidí que haría en ese escenario, situaría mis trailing stops por encima del máximo de la vela que cierre, pero antes de que suceda, debo determinar cuándo tomaré la siguiente decisión: Si el precio llega al mínimo de la semana anterior cerraré el resto de posiciones.

Entonces, si la vela cierra en rojo, yo ya sé qué debo hacer en ese escenario y ya he decidido cuándo debo tomar la siguiente decisión.

Si actúas de esta forma irás siempre un paso por delante y tomarás las decisiones en un entorno de menos presión, lo que te permitirá estar menos expuesto a la tensión del momento, dejarás de improvisar y realizarás una gestión realmente sistemática y efectiva.

 

96. Mejora tu eslabón más débil

La clave para un desempeño que mejore de forma incremental es trabajar siempre sobre tus puntos fuertes. Si, sigues mejorando tus áreas fuertes, pero simultáneamente te aseguras de eliminar los puntos que te están frenando.

Piensa en tus errores como en agujeros en el casco de una nave. No se trata tanto de que achiques el agua que entre cada vez más rápido, sino que detectes dónde está el agujero y te asegures de repararlo. 

Entiende que debes realizar el trabajo solamente una vez. Tapa el agujero y dejará de entrar agua por ahí.

Piensa en las distintas áreas de trabajo como eslabones de una misma cadena. Unas engranan con las otras y la tensión máxima que soporta la cadena está determinada por su eslabón más débil.

Da igual que tengas un eslabón de acero, otro de titanio y otro de tungsteno, si tienes otro de plomo. La tensión máxima que soportará esa cadena será la de su eslabón más débil. Siempre romperá por ahí.

Si eres muy bueno en en análisis de oportunidades de inversión, pero malo gestionando el riesgo, perderás dinero, si eres muy bueno en el timing de tus entradas pero malo en la gestión de las mismas, perderás dinero, si lo tuyo son las salidas, pero fallas en las entradas, perderás dinero, si eres bueno en las entradas y en las salidas pero analizas mal perderás dinero. Si eres bueno analizando el mercado, analizando oportunidades de inversión, entrando, gestionando la posición, tomando tus salidas pero te manejas mal a ti mismo, perderás dinero.

Trabaja sobre tu eslabón más débil y tus resultados darán un salto hacia adelante.

 

97. Haz el test de los modelos

Piensa en las cinco personas que más te han influido en la vida y a las que más admiras. Tómate tu tiempo. ¿Tu padre? ¿Tu madre? ¿Tu abuela? ¿Esa profesora de secundaria que te ayudó a creer en ti? ¿Tu entrenador de boxeo? ¿El autor de un libro que revolucionó tu vida? 

¿Quiénes son los modelos de referencia que tienes?

Suelen ser personas que se han cruzado en nuestras vidas, y que, de forma directa o indirecta han ejercido influencia en nosotros. Podemos conocerlas personalmente o a través de sus obras, incluso pueden ser personajes de ficción como Robinsón Crusoe, o Forest Gum. Puede que las tengamos muy presentes o que su influencia se ejerza a nivel inconsciente, pero ahí están.

Un forma muy efectiva de dar un salto en tus resultados es diseñando una serie de modelos de influencia distintos, que complementen los que ya tienes. Tal vez tu padre está ahí como un referente de trabajo duro, quizá esa profesora está como un ejemplo de confianza en ti mismo, pero tal vez te iría mejor incorporando algún otro modelo en tu “equipo”.

Decide, de forma consciente y premeditada, que modelos quieres que formen parte de tu elenco. Y recuerda que no hace falta que les conozcas. Tony Robbins te inspira, añádelo, Tim Ferris, Capablanca, Severo Ochoa, Elon Musk, tu decide. Y ten en cuenta que no tienes límite mientras hagas una elección consciente y premeditada. 

Y cuando necesites recursos siéntate con ellos mentalmente, reúnelos, píedeles apoyo. ¿Qué harían ellos en esta situación? ¿qué te dirían? ¿cómo te animarían? ¿de qué forma sus palabras podrían alentarte, darte mayor claridad, confianza, aplomo y seguridad?

Decía Jim Rohn que nuestro destino depende de la media de las cinco personas con las que pasamos más tiempo, y sin duda no le falta parte de razón. Las personas de tu entorno, con las que sueles compartir tus inquietudes y tus retos, a las que compartes tus sueños, de las que te inspiras y motivas, influirán en tus creencias sobre ti mismo y sobre tus posibilidades. Pero hay más: no solamente lo harán las 5 personas con las que pases más tiempo, también lo harán los modelos mentales que tengas consciente o inconscientemente en tu cabeza.

Si tu modelo sigue siendo Tarzán, tu amigo de la infancia, tu cuñado o cualquier otro que no hayas elegido conscientemente puedes estar frenando tu progreso

Mi sugerencia para ti es que revises tus modelos, que descartes los que ya no te apoyan y sobretodo que añadas todos aquellos que sí pueden suponer un recurso interesante.

 

98. Atento a los operadores de obligación

Decía Ludwig Wittgenstein que “Los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestras mentes” y hoy sabemos de la influencia que ejerce en nosotros la forma como nos hablamos.

Dime cómo hablas y te diré quién eres, qué haces, cómo lo haces, cómo te sientes, qué lograrás, que dejarás de hacer.

Utilizamos el lenguaje para organizar nuestros pensamientos y lo hacemos siguiendo una gramática específica.

Uno de los aspectos más interesantes de esa gramática son los operadores modales de obligación: “Tengo”, “Tienes”, “Debe”. Te invito a que prestes mucha atención a su uso.

Observa si en la forma que tienes de hablar contigo mismo (o con los demás), utilizas frases del tipo: “Esto tiene que ser así”, “El mercado debe hacer eso”, “Yo tengo que actuar de esta forma”, “Él tiene que moverse de esta manera”.

Porque podría ser que efectivamente estuvieras definiendo una relación de obligación y las cosas debieran ser tal como expresas, o podría ser que esa obligación anidara en tu mente. Tal vez a ti te gustaría que las cosas fuera así, o que el mercado se moviera asá, o preferirías comportarte de esta forma en vez de de esa otra, pero ¿está seguro de que es realmente así? ¿existe esa obligación ahí en el mundo real o se trata de algo que estás intentando forzar?

Ves el trabajo que has realizado durante tanto tiempo en el mercado y te dices. “Tendría que estar ganando”, o ves un determinado desarrollo del precio y piensas (que es otra forma de decirte cosas a ti mismo): “Ahora tiene que girar”, o observas el precio en contra de tus posiciones una vez has apartado los stops de protección y dices “Tiene que dejar de caer”.

¿Pero es eso real? ¿Estás definiendo la realidad o estás intentando imponer tu opinión? ¿Tendrías que estar ganando porque llevas mucho tiempo estudiando trading, porque has invertido mucho dinero y tienes muchas ganas? ¿O deberías estar obteniendo el resultado que obtienes por qué sigues aferrado a ideas irracionales, a comportamientos de autodestrucción, y tomas operaciones de forma improvisada en escenarios mal definidos?

El precio ¿tiene que girar? ¿Por qué? ¿Por qué a ti te lo parece? ¿Por que tu mueves el mercado? ¿Por qué te conviene? ¿Por que eso es lo que satisface tus deseos? Despierta y deja de hablar utilizando operadores de obligación.

El precio ¿tiene que dejar de caer? Una vez más, eso es neurótico, el precio no tiene que hacer nada, ni en un sentido ni en otro, no tiene que NADA; el precio hace lo que hace y tu caes en la trampa de intentar imponer tus deseos sobre algo que escapa completamente a tu influencia.

Atención a los operadores de obligación.

Mi sugerencia es que los cambies de forma consciente por operadores de “preferencia” o de “posibilidad”: Deseo estar ganando, quiero estar ganando, me gustaría estar ganando”, o “El precio ahora podría girar, o podría seguir su movimiento”, “He apartado mis stops porque tengo miedo de perder, y ahora tengo miedo de perder mucho más y le digo al precio que tiene que dejar de caer, pero me doy cuenta de que eso es neurótico y está fuera de mis atribuciones, así que veo lo que he hecho y entiendo que Yo deseo que el precio deje de caer, pero el precio hará lo que deba”.

 

99. No discutas con la realidad

Lo que es es. Si el precio está cayendo está cayendo. Si ves un nivel de precios más bajo, y otro, y otro más, eso es lo que está sucediendo. Acéptalo. No discutas. Puede que te interese lo contrario. Tal vez no quieres que el precio baje, pero el precio está bajando. Deja de luchar y reconoce lo que es como lo que es.

Si en ese test no ha habido falta de volumen, no la ha habido. Tu quería que la hubiera habido porque esa falta de interés vendedor, por ejemplo, se alineaba con tu deseo  comprador, pero el precio ha testeado la zona y ha aparecido oferta, así que debes reconocer lo que es como lo que es. El test ha fallado. Pasa página.

El precio “Debería haber rebotado en esa media mágica que utilizas” pero no lo ha hecho, la ha traspasado com un cuchillo caliente traspasa la mantequilla. Está en tus narices. Esa es la información que necesitas. Tómala. Está ahí para que a aproveches. No intentes imponer tu realidad. No ha habido rebote en la media ¿para qué seguir en esa batalla? ¿Para qué buscar si el precio aguanta ahora en el 61.8% de su impulso? ¿Para qué trazar el perfil de volumen de la sesión y buscar si hay una zona algo por debajo que pueda aguantar el precio? Tu querías ver algo y has visto lo contrario. Acéptalo y líbrate de la idea de validar tu viejo deseo.

Cuando antes dejes de discutir con la realidad antes llevarás tus resultados hacia adelante.

 

100. Recuerda que el precio solo hace tres cosas

Quiero cerrar esta serie con una última idea para tu consideración: Entiende que el trading es muy sencillo, que puede parecer complicado, complejo, difícil, o casi imposible, pero es realmente sencillo. Su esencia es sencilla, la esencia de lo que debes hacer para participar con una ventaja es sencilla, la esencia del proceso es sencilla, mantenla sencilla, no la compliques, no la hagas más difícil, no la confunda, no la distorsiones.

En un momento dado, cualquiera que sea, ahora, o hace cinco minutos, cuando el oscilador estaba en sobre compra, o cuando el precio testear el POC, cuando el Delta era de tanto, o cuando la relación con la banda de Bollinger era la que era, el VIX estaba donde estaba, o había una figura de hombro cabeza hombro, en el mercado pasaba una de tres cosas que tú debes saber identificar.

O bien los que mueven los precios estaban comprando, o bien estaban vendiendo, o bien estaban yendo a un objetivo. Nada más que eso.

O compran, o venden, o van a buscar un objetivo.

Cuando han comprado moverán el precio hasta alcanzar un objetivo en el que venderán, y cuando hayan vendido moverán el precio hasta alcanzar un objetivo en el que comprarán, y vuelta a empezar.

No hay nada más. Es así de simple.

Tu trabajo consiste en identificar qué está sucediendo, qué hacen, qué hay debajo de la forma ¿Están comprando? ¿Están vendiendo? ¿O están dirigiendo el precio hacia un objetivo?

Y hay como mínimo dos conceptos que quieres tener en cuenta; los profesionales compran cuando el mercado cae, y venden cuando el mercado sube, esto es lo primero que debes aprender, y no compran a un solo nivel de precios, sino en zonas.

Si mantienes eso en tu mente mientras observas el mercado, si practicas con diligencia y tesón, podrás aprender a determinar qué es lo que está sucediendo y eso lo simplificará todo.