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El cambio y la permanencia en el trading

El cambio y la permanencia en el trading

Parafraseando a Heráclito cuando decía que no podemos bañarnos dos veces en el mismo río, diríamos que no podemos operar dos veces en el mismo mercado. Y es que al final, aunque el subyacente sea al mismo, los participantes y sus ideas son diferentes a cada momento. Este hecho nos permite dividir en dos los elementos que utilizamos para operar en los mercados:

  • Aquellos que son permanentes y, en consecuencia, vamos a utilizar a lo largo de toda nuestra carrera.
  • Aquellos que van mudando acorde a los cambios en la propia composición de los mercados.

Ambos grupos son necesarios, obviamente, pero considero importante reflexionar sobre donde invertimos mayoritariamente nuestro tiempo. Si lo hacemos en algo que va a terminar cambiando, tendremos la sensación de estar obligados a aprender y a reaprender constantemente, y eso es bueno en sí mismo, porque nos mantiene ajustados a la realidad, pero también implica una inversión de energía y tiempo importante. Si lo que hacemos es tener una base muy sólida de elementos perennes estaremos siempre en contacto con lo inmutable y, en consecuencia, nos sentiremos como en casa independientemente de las condiciones que el mercado exprese. Así, mi preferencia será la incorporación de cuantos más elementos permanentes mejor, dado que ellos estarán siempre presentes cuando opere.

¿Qué elementos son estos? En Traders International los llamamos "Elementos clave en el trading" y se enseñan en La Academia. Algunos de los más importantes son:

  • Saber cómo funcionan los mercados.
  • El pensamiento basado en probabilidades.
  • La incapacidad de predecir sucesos que aun no han acontecido
  • La aceptación de que en el mercado puede suceder cualquier cosa en cualquier momento.
  • La necesidad de poner el riesgo de ruina por debajo de cero.
  • La importancia de disponer de una ventaja (edge) para participar.
  • La necesidad de basar las decisiones de operar en un conjunto específico de reglas (el sistema de trading).
  • La importancia de medir nuestro desempeño.
  • La creación de elementos estructurales para confinar lo que hacemos.
  • El registro de nuestra operativa.
  • Las claves de la gestión emocional.
  • El money management y la gestión de la posición

Otros elementos permanentes que complementan nuestra operativa son la identificación de las áreas de soporte y resistencia, es decir, poder localizar aquellos puntos donde está la Demanda, y la Oferta en el mercado, o los elementos contextuales que señalan manipulación profesional (trampas alcistas y bajistas, engaños, celadas, etc), y que señalan también que los profesionales están actuando (áreas de acumulación, barras con un spread superior a las cuatro barras anteriores, volumen climático, etc).

Por otro lado, hay un conjunto de elementos que van mudando con el paso del tiempo. Se trata de la respuesta a las dinámicas del precio y es que, no es lo mismo el comportamiento del mercado antes de la crisis global, que lo que está haciendo ahora. Ni es igual lo que pasaba en el mercado cuando no existía el Trading de Alta Frecuencia (HFT), que lo que pasa en estos momentos (se estima que en 2010 el HFT representaba el 56% de las operaciones de capital en Estados Unidos y el 38% en Europa).

La dinámica del precio influye sobremanera en la forma de operar de los traders. Elementos como el incremento o decremento de la volatilidad, o los periodos más o menos largos en los que el mercado está desarrollando un tramo sin tendencia, influyen en los sistemas que se utilizan para hacer trading. Así muchos traders que tienen éxito operando en mercados tendenciales, no consiguen ser consistentes cuando el mercado entra en una fase de indefinición. Los traders que utilizan sistemas para operar en rangos, fracasan cuando decrece la volatilidad o cuando el mercado entra en una fase de tendencia. En estos casos es importante tener en cuenta dos cosas:

  • Hasta qué punto los elementos que utilizas para operar se basan en la dinámica reciente del precio.
  • Con qué velocidad puedes detectar cambios en dicha dinámica.

Cuanto menos calado tenga la ventaja con la que operas en los mercados, mayor será la velocidad con la que tu sistema se quedará obsoleto. El ejemplo más sencillo es la utilización de una operativa basada en el cruce de medias. Funcionará para un par de medias optimizadas mientras el carácter del subyacente se mantenga constante, y comenzará a fallar a medida que el carácter del precio cambie (por ejemplo ante la aparición de una mayor volatilidad). Por otro lado, cuando más constantes sean los elementos que incorporas para la toma de decisiones, menos cambios deberás introducir (por ejemplo, si utilizas las zonas de soporte y resistencia naturales para entrar y salir de tus posiciones).

¿Qué es mejor? Depende. Un sistema muy bien ajustado que se pueda aplicar en un periodo sostenible de tiempo puede ser tremendamente rentable. Un sistema menos ajustado puede dar menos oportunidades. Pero un sistema sofisticado en un mercado que cambie muy rápidamente quedará obsoleto antes de haberse rentabilizado, mientras que un sistema más constante seguirá ofreciendo oportunidades.

Es relevante destacar la importancia de la velocidad con la que el operador puede detectar pues, los cambios en la dinámica del precio. Esta capacidad le mantendrá fuera de un mercado en el que su sistema ya no ofrece una ventaja determinante. De esto se desprende que, un sistema optimizado puede ser muy rentable a corto plazo pero también que reclamará una elevada tasa de actualización, y que un sistema poco optimizado, es decir, que incorpore elementos constantes, podrá operarse a pesar de las condiciones cambiantes en la dinámica del precio.

Poder disponer de ambas opciones siempre complementará el arsenal de herramientas del trader que, de este modo, estará en disposición de sacar el mayor provecho posible de las oportunidades que el mercado le ofrezca.