El trading y los terremotos

Es muy difícil gestionar nuestras emociones cuando estamos en zona roja, igual que es muy difícil calmar a un pitbull cuando está en modo ataque. Nuestros circuitos traspasan un umbral por encima del cual es complicado sosegarse y esto explica el que un trader pueda tomar decisiones desafortunadas cuando está en el mercado que no comprende una vez fuera. Es como si mirase lo que ha hecho y se dijera, ¿cómo he podido hacer esto?

Por este motivo es muy importante tener presente nuestro estado emocional a la vez que observamos el mercado. No nos centramos solamente en la acción del precio y en la aplicación de nuestro trading plan, sino que monitorizamos nuestro estado emocional e intentamos percibir en qué momento se está activando.

Poner nuestro foco de atención en esta tarea ya es una medida en sí misma paliativa, la cual podemos aprovechar a nuestro favor, y además mejorarla con la práctica.

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