El valor del simulador

El trabajo en el simulador, el paper-trading, la operativa “en papel”, o la operativa con cuentas sim, son distintas formas de señalar una de las posibilidades que tienen los traders en su proceso de desarrollo: entrenar su operativa sin arriesgar su dinero. Antes del desarrollo tecnológico de las últimas plataformas de graficación ya era bien sabido que el trader podía “hacer ver que tomaba una operación” y evaluar con el paso del tiempo el resultado teórico de haber comprometido su capital. La idea era, y sigue siendo obvia: comprobar si el desarrollo técnico desde el que operas avala el que des un paso más y arriesgues tu capital. Si en simulado no eres capaz de ganar, entonces quizás debas replantearte lo que haces, y si estás ganando sobre el papel, aún te quedará probar que eres capaz de hacerlo con una cuenta real, pero ya tienes un punto de partida técnico prometedor.

Ahora bien, para la mayoría de los traders existe una diferencia notable entre su estado emocional y sus resultados cuando están simulando su operativa, y cuando están arriesgado de hecho su dinero. Es justamente esta diferencia la que esgrimen muchos detractores del entrenamiento en simulado: no se puede simular el estado emocional “real” así que es importante pasar lo antes posible a “sentir el mercado de verdad”.

Creo que ambos razonamientos tienen valor: el simulador permite entrenar el dominio ejecutivo y las partes más mecánicas de la operativa sin arriesgar antes de tiempo el capital, y por otro lado es necesario no estancarse en él dado que antes o después deberemos ser capaces de manejar nuestras emociones. Algo así como encontrar el punto de equilibrio entre las horas de simulador de un piloto comercial en formación, que conviene que antes de ponerse a los mandos de una nave haya dominado los aspectos técnicos del pilotaje, pero que no puede eternizarse en el simulador porque comprende que al final su trabajo consistirá en pilotar un avión de verdad.

En este debate aparece la voz de Mark Douglas, el gurú de la psicología del trading, hablando alto y claro: el simulador tiene un valor relativo pero importante ya que señala claramente el trabajo que nos queda por delante. Cuando uno ve la diferencia en su estado emocional con una cuenta simulada y su reacción con una cuenta real percibe también el camino que le queda por andar y puede dar forma a esa tarea.

Esa realización no tiene precio y desde este punto de vista el simulador es una herramienta claramente interesante. Como todas las herramientas, hay que saber utilizarlas en el contexto apropiado.

Deseo que este punto de vista te resulte interesante y te recuerdo que me tienes a tu disposición en los comentarios para ampliar o debatir cualquier punto. Nos vemos en el mercado.