Rendir cuentas en la Bolsa

Una de los atractivos de la Bolsa es la posibilidad de generar ingresos sin tener que rendir cuentas a nadie: no tienes jefes que te supervisen y te digan lo que tienes que hacer, no tienes un horario de entrada y de salida, no tienes que vestir de determinada manera, ni ser amable, ni tratar con clientes.

La libertad es absoluta y puedes trabajar una hora al día o toda la jornada, puedes operar con una posición o con muchas, en un mercado o en otro, utilizando un tipo de señal de entrada u otra... Eres el director general de tu negocio y lo que consigues depende de ti... única y exclusivamente de lo que decidas hacer.

Muy poca gente está acostumbrada a moverse en un entorno tan libre. Esto es así porque la mayoría han crecido supervisados por los padres, por tutores, por profesores, por el sargento o el jefe de turno, y al enfrentarse a la posibilidad de que no haya nadie a quién rendir cuentas puede resultar muy deseable.

Ahora bien, la otra cara de la moneda es que, si bien la participación en la Bolsa no obliga a seguir unas directrices supervisadas por nadie, esta falta total de estructura y esta libertad absoluta para elegir qué se hace y cómo se hace, suelen llevar a los traders novicios al desastre.

Es algo así como un adolescente que se queda por primera vez solo en casa el fin de semana y tiene el deseo de compensar todo el tiempo en el que ha vivido controlado. Quizás no haga más que estudiar, pero también puede ser que llame a sus amigos y organice una fiesta desmadrada.

El trader necesita establecer un marco de control que confine su rendimiento, que le de estructura, que le encamine a hacer las cosas correctamente. Aunque siga siendo libre de hacer lo que quiera, haría bien en diseñar una rutina de trabajo, un horario, unas reglas, e incluso una figura de control que le supervisase y le indicase, honestamente, cuando ha dejado de seguir su plan.

La única forma de ganar dinero en los mercados financieros de forma sistemática y constante es a través de la aplicación correcta de un plan de trading que tenga una ventaja estadística. Esta aplicación tiene que ser, necesariamente, disciplinada. De poco sirve contar con el mejor plan de trading si resulta que uno se lo salta. Para establecer la disciplina suele ser muy práctico marcarse unas reglas y medir el desempeño contra esos estándares.

Luego si estás en el proceso de ser trader, es mi sugerencia el que entiendas que necesitas controlar tu conducta y que, si bien es cierto que estás al mando y que puedes hacer lo que quieras, es necesario que aprendas a actuar siempre a favor de tu mejor interés. Las reglas y un plan de trabajo diario, sumado a la supervisión de tu desempeño, te ayudarán a lograrlo.