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CUATRO ACUERDOS PARA MEJORAR TU TRADING

CUATRO ACUERDOS PARA MEJORAR TU TRADING

Lo que te propongo, sea cual sea tu estilo, tu experiencia y los mercados que prefieras, es que adoptes estos acuerdos, que los hagas tuyos, y que vivas para ellos, y a cambio ellos te harán un mejor trader.

Un acuerdo es un contrato que estableces contigo mismos. Dices que no comerás nada hasta el mediodía y lo haces, dices que te duchas con agua fría y lo haces, dices que leerás dos páginas al día, qué harás 15 minutos de meditación, tres días de ejercicio y lo haces. Sin alternativa, sin excepciones, sin excusas. Has decidido y por lo tanto vives con eso. Nadie te obliga a decidir, pero si decides cortas con cualquier otro camino que no sea vivir con ello. A partir de ese momento ese es tu dharma .

¿Por qué? Porque si vives esos acuerdos, si los haces tuyos y los sigues tu desempeño como trader no hará más que mejorar. Porque eso cae dentro de tu círculo de influencia y son variables que dependen de ti y no de terceros, y tu trading debe pivotar alrededor de elementos que estén en tu control.

¿Para qué? Para conseguir que tu desempeño sea una esfera.

El primero dice que determinarás el riesgo antes de tomar cada operación. El precio está en la zona que te interesa y expresa una ventana de oportunidad, pero no entras sin antes haber determinado tu riesgo. Eso quiere decir que habrás identificado en qué nivel de precios saldrás aceptando una pérdida, que habrás calculado el coste que tiene eso para ti, que ese coste estará siempre, siempre, siempre, situando tu nivel de ruina por debajo de cero. Pero eso está en la superficie, es lo que está por debajo lo verdaderamente importante. Determinar el riesgo en cada operación nos dice que has aceptado que no puedes adivinar qué hará el precio y que te has librado de la trampa de la predicción. Al especificar el punto de rotura aceptas que el precio puede ir en tu contra y vives con ello, no lo niegas, no hace ver que no puede suceder, al contrario, lo abrazas. Comprendes que la única posibilidad de lograr unos resultados consistentes a lo largo del tiempo es dejando a un lado la idea de decirle al precio lo que debe hacer. El precio hace lo que hace y tú bailas al son de su música. Si se mueve a favor del escenario más probable ganarás, y si se mueve a favor del menos probable habrás limitado tu riesgo y también ganarás, porque comprendes que tomar operaciones negativas y salir en el punto de rotura FORMA PARTE DE TU SISTEMA. Al determinar el riesgo en cada operación estás diciéndole al mundo que has comprendido, que sabes, que estás fuera de la rueda de hámster que atrapa a tantos otros y les mantienen improvisando porque no aceptan que el precio puede ir en su contra. Cuando lo hace sienten que se han equivocado, y en ese caso una de dos: o bien cambian a otro sistema, y luego a otro y a otro más, en el afán de no tener pérdidas, algo que no van a lograr, o bien apartan sus stops, los dilatan, dejan que el precio respire, en un intento de negar la realidad: la ventana que estaban explotando se ha movido hacia la probabilidad menor, hay que aceptar la pérdida más pequeña y moverse a la siguiente oportunidad.

Pero tú no caerás en ninguna de esas trampas. Tú vivirás bajo el acuerdo de determinar tu riesgo en cada operación porqué eso expresa tu comprensión de la verdadera naturaleza de esta actividad. 

Segundo acuerdo:  En el mercado te limitas a seguir tu procedimiento operativo. Cada una de las acciones que desempeñarán estará prevista y definida con antelación. Cómo analizar el mercado, qué tipo de mercado, en qué horario, en qué marco de representación, cómo establecer una ventana de oportunidad, cómo acotar una zona de trabajo, de qué manera manejas la publicación de noticias, el riesgo, la posición, cómo entras, cómo sales, como defiendes, cómo gestionas, qué haces al finalizar tu sesión. Este acuerdo implica que en tu trading no hay lugar para la creatividad. Mientras estás delante de la pantalla ejecutas. Llevas el gorro ejecutivo. No inventas, no cambias, no descubres, no pruebas, te limitas a hacer lo que debe ser hecho lo mejor posible. Al haber previsto todos los escenarios no tienes que buscar respuestas bajo presión. Ya las has anticipado, ponderado y evaluado, y sabes cuál es la que debes aplicar en cada caso. Tu trabajo es mucho más sencillo en ese momento. Disminuyen la presión, limitas la incertidumbre, acotas los escenarios. En esta fase de tu operativa debes hacer A, B y C, y en esta otra X, Y y Z. Sabes cómo ejecutar los procedimientos de la A a la Z. No albergas dudas. El desempeño ideal es algo que puedes establecer por adelantado, lo que permite que midas tu desempeño contra ese ideal.

A un lado quedan esos días en los que mirabas el precio e intentamos adivinar qué debías hacer, improvisadas la operativa en un mercado y en otro, de una forma y de una distinta. Basta de ese tipo de despropósitos. Ya tienes el mapa que te lleva de una fase a la siguiente, tu camino ahora es dar un paso y el próximo de la mejor forma posible. 

Y fuera del mercado tu trabajo consiste en disponer de los mejores procedimientos posibles, lo que implica revisión y planificación. Revisión de lo que has hecho, de lo que deberías de hacer mejor y de lo que debería dejar de hacer. Y planificación para que todas las fases en las que divides tu operativa se acerquen a la esfera.

El tercer acuerdo dice que ejecutas con una cuenta de 100$ lo mismo que harías con una de 1.000.000$ Tu actitud es la misma. Respetas tu procedimiento. No haces apuestas al azar porque la cuenta sea pequeña, no te dejas llevar por la codicia y asumes un riesgo mayor para que el resultado potencial sea más grande. Ese camino lleva a la quiebra. 

En el pasado tal vez has despreciado una ganancia de 10$ porque en términos absolutos consideras que es pequeña. No ves el verdadero valor que esconde. Esos 10$ suponen un 10% de tu cuenta de 100, y un 10% es mucho más de lo que necesitas para hacer explotar tu cuenta siempre que inviertas a interés compuesto y sostengas tu procedimiento a lo largo del  tiempo, pero si te centras en los 10$ como valor absoluto te parece que no dan ni para invitar a tu pareja al cine. En realidad lo que debes aprender a ver es que has logrado un 10%. Has seguido un procedimiento que es más que suficiente para colmar todos tus sueños de riqueza. No son 10 dólares, es un 10% de tu capital. Ahí debe estar tu foco.

En este acuerdo aceptas que te comportas siempre como si manejaste dinamita. Que da igual que se trate de 100$ o de 1 millón. Que comprendes que si no eres capaz de manejar con respeto 100$ no estás preparado para manejar una cantidad superior.

Sabes que la salida del laberinto está especificada en tus procedimientos de trabajo, en tu plan operativo. Tu foco está en seguirlo tal como ha sido diseñado. Vives con este precepto y comprendes que si el impulso te lleva a saltarlo, si no estás dispuesto a renunciar a las prisas, estás eligiendo la condena y seguirás vagando en las tinieblas. En cambio, si manejas tus 100$ con el mismo respeto que manejarás 1.000.000$ pronto verás como esos 100 crecen de forma parabólica.

Y el cuatro acuerdo de que: Mejorarás cada día. Vas a vivir en la polaridad. Ni un día más en la media. Debes empujar tu desempeño para que esté fuera de lo que te es cómodo hacer, pero no tan lejos como para que no puedas hacerlo. Para aprender de forma continuada, para continuar mejorando, para seguir progresando como trader, debes situarte en la zona de crecimiento y fuera de la zona de confort. Si permaneces haciendo lo que ya sabes hacer, si no te expones a situaciones que te supongan un reto, no crecerás. Al contrario, más de lo mismo te dará el mismo resultado. En cambio al salir de tu zona de confort sentirás una cierta ansiedad por estar en un territorio que no es tan conocido y esa es la señal de que el aprendizaje es posible. Si no sientes esas cosquillas, esa cierta activación, es porque no estás actuando fuera de tu círculo de comodidad y te limitas a hacer lo que ya dominas, pero eso, por definición,  te dejará donde ya estás. Para ir más lejos, para llevar tu desempeño al siguiente nivel, debes vivir fuera de tu zona de confort. Si miras el gráfico igual que ayer estás estancado. En cambio si hoy lo miras con ojos renovados, con una nueva curiosidad, y lo iluminas con el foco de tu atención de manera que lo veas como algo nuevo estarás pidiéndole a tu mente que haga un cierto crecimiento, una mejora, un aprendizaje. Debes desempeñarte cada día un poco mejor, en todos y cada uno de los procesos que forman tu plan operativo. Tanto en la forma cómo analizas el mercado, como en la forma cómo determinar una ventana de oportunidad, como tomar beneficios y como defiende tus posiciones. Una mejora cada día y todos los días o la condena a quedarte donde estás. ¿Para qué ibas a quedarte donde estás si eso ya lo conoces? Serías como un pájaro que, pudiendo volar a cualquier parte del planeta, decidiese quedarse en el árbol más cercano. Tú ya sabes hacer lo que sabes hacer y más horas haciendo lo mismo no te dará un mejor resultado, en cambio, buscar una mejor forma de hacer todo lo que haces te mantendrán en la zona en la que el aprendizaje y el crecimiento son posibles.

No te limitas a acumular horas de pantalla, sino que te comprometes en mantenerte siempre creciendo y mejorando, y eso no sucederá de forma espontánea, por eso, en este cuarto acuerdo decidirás que no habrá ni un día de trabajo en el que vayas a operar sin un objetivo de desempeño. Si abres la terminal es porque sabes qué debes hacer mejor en cada uno de los pasos que seguirás. Pondrás tu foco de atención en lograr esas pequeñas mejoras que irán acumulándose y te llevarán a un desempeño superior.

Estos son los cuatro acuerdos que quería proponerte: Determinar siempre el riesgo antes de tomar una operación, seguir siempre el procedimiento operativo, tratar con el mismo respeto una cuenta pequeña que una grande, y tener un objetivo de desarrollo en cada sesión de trading.

Deseo que tengan sentido para ti y que seas capaz de establecer el compromiso necesario para que guíen tu desempeño.