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El analista que no entendía nada

Y es que no es cuestión de ser un buen analista, sino un buen operador. Analizar el mercado y encontrar puntos de desequilibrio juega su papel, pero solamente en el contexto de un plan de trabajo mayor. Pero precisamente es este el foco de atención de las personas que desean lograr el éxito en la Bolsa: ser buenos analistas. Es como si creyeran que una mayor capacidad de análisis les permitirá anticipar lo que hará el mercado. Suficiente información, analizada de la forma adecuada, tendrá el potencial de permitir esa predicción que tanto se desea... ¿Pero es ese el camino que siguen los traders profesionales? ¿Está su foco de atención en la capacidad de analizar el mercado? Sí y no. Sí, en la medida en que es a través del análisis que obtienen oportunidades de inversión. No, en la medida en que sus resultados no dependen de lo que han analizado, sino de lo que han ejecutado. ¿Y no es lo mismo analizar que ejecutar? ¿Con un buen análisis no seré un mejor ejecutor? Eso es poner el foco de atención en el lugar equivocado. Comencemos por el principio, un trader cuyo plan de trabajo consista en anticipar lo que hará el mercado estará haciendo algo parecido a una persona que intenta adivinar si la moneda que tiene en el bolsillo, cuando la lance al aire, saldrá cara o saldrá cruz. ¡Es absurdo! La moneda ni siquiera ha salido del bolsillo en el momento de la predicción. Analizar con esta idea en la mente es equivocarse ya en el origen. Otra cosa muy distinta es poner el foco de atención en localizar puntos en el mercado que estadísticamente nos den una ventaja. Estos puntos pueden ser oportunidades de inversión, pero para aprovecharlos hace falta un plan que nada tiene que ver con el análisis. Mi capacidad de analizar el mercado se encargará de ofrecerme oportunidades, la gestión del riesgo y  la capacidad de gestionar mis emociones me permitirán sacarle provecho. Funcionará de la siguiente manera:

  1. Tengo un punto en el que se que la probabilidad de ganar es mayor que la probabilidad de perder.
  2. Nada me permite saber qué sucederá en ese punto hasta que no haya sucedido y por mayor que sea la probabilidad.
  3. Sabiendo que existe un grado de incertidumbre sobre el resultado y para sacar provecho de la ventaja estadística, se que tengo que permanecer tomando operaciones un número suficientemente grande de veces.
  4. Una operación individual no significa nada porque la validez estadística es sobre toda una serie.
  5. Por estos motivos se que tengo que estar en disposición de tomar muchas operaciones consecutivas y no podré hacerlo si comprometo una parte demasiado grande de mi capital.
  6. También se que existe la posibilidad de que me enfrente a una aberración estadística, es decir, puede ser que comience perdiendo y encadenen pérdidas en un número muy grande.
  7. Si no tengo en cuenta esta posibilidad a la larga terminaré perdiendo mi capital, así que es necesario que opere siempre con un riesgo de ruina inferior a cero.
  8. Para lograr este parámetro necesito arriesgar cuando menos capital mejor (por debajo del 2%).
  9. Se que las emociones pueden influir en mi capacidad de tomar decisiones y se que las decisiones que tengo que tomar no pueden improvisarse, así que dejaré por escrito qué plan de trabajo seguiré y me limitaré a aplicarlo.
  10. Evaluaré la capacidad con la que me he ceñido a dichas instrucciones y veré si hay congruencia entre lo que digo que haré, y lo que hago. Si no la hay no puedo operar porque estoy atrapado emocionalmente. Si la hay estoy siendo disciplinado y en consecuencia sacaré provecho de la ventaja estadística de mi sistema.

La gestión del riesgo y de las emociones son fundamentales para poder ser un trader consistente. Sin ellas estaremos actuando en contra de nuestros intereses. ¿Cómo puede ser que la mayor parte de las personas que se acercan a los mercados lo hagan centrándose en el análisis? Probablemente por desconocimiento. El análisis es muy atractivo y permite disimular la propia responsabilidad. Al trader le parece que si analizara mejor llegarían los resultados, y esa capacidad de análisis quizás dependa de un indicador extra que no tiene, o de un concepto que aun no sabe, o de estar utilizando un tipo de gráfico especial que desconoce... así se embarca en una aventura ilusoria. La capacidad de ser consistente no está basada en la capacidad de analizar el mercado. ¿En qué medida es importante la capacidad de análisis? Lo es para señalar oportunidades de inversión, pero para sacar provecho de dichas oportunidades es imprescindible tener en cuenta la gestión del riesgo y de las respuestas emocionales. Si un férreo trabajo en ese sentido no se puede ser consistente. Asegúrate de utilizar un sistema de análisis que te de una ventaja sobre los demás participantes, pero luego centra tu trabajo en desarrollar la disciplina necesaria para actuar en esos puntos manejando tu riesgo apropiadamente, y mantén tus emociones bajo control.