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El trading mental

El trading mental

Aprender sobre los mercados es relativamente sencillo porque se trata de adquirir conocimiento. Llevar ese conocimiento a la práctica, en la parte derecha del gráfico y en tiempo real es otra cosa, requiere habilidad, tenacidad y la integración de  varios aspectos complejos que te permiten “traducir” lo que sabes en acciones.

Pero ganar la batalla interior es algo mayúsculo. Se trata de que te conozcas a ti mismo, aceptes que eres el obstáculo a tus logros y estés en disposición de transformarte.

La mayoría de personas se conoce muy poco y no sabe realmente qué le lleva a tomar las decisiones que toma.

Los que llegan a conocerse no aceptan necesariamente que estén siendo ellos los que interfieren en la expresión de su potencial.

Y aun lo que se conocen y aceptan su responsabilidad tienen que recorrer el camino de realizar una transformación.

Pero ¿cómo se supone que uno se va a transformar a sí mismo?

La barrera mental es la que mata los sueños de la mayoría de traders. En esa dimensión ya no puedes echar la culpa al mercado, al sistema, o a la conexión de datos con tu proveedor, ahí solamente estás tú. Tanto si ganas como si pierdes es consecuencia lógica de lo que haces. No pierdes porque el mercado vaya en tu contra, no pierdes porque el sistema entre en drawdown, ni porque el broker te sirva con slippage, pierdes porque estás decidiendo hacer las cosas de una manera, y podrías decidir hacer las de otra. Pierdes porque lo que decides no es lo mejor.

Es muy interesante hablar de sistemas, de correlación de mercados, de indicadores derivados, y de tantas y tantas facetas que forma el conocimiento del especulador. Es un tipo de movimiento fascinante que toma mucha formas diferentes y que no tiene fin. Ahí encontrarás una diversión inacabable y siempre tendrás nuevos mercados que explorar, nuevos sistemas que testear, nuevos conceptos que interiorizar.

Cualquiera de estos conceptos por sí mismo da para una vida entera dedicada a la exploración: ¿Ondas de Elliot? No te las acabas. ¿Wolf waves? No te las acabas. ¿Perfiles de volumen?. No te los acabas. Armónicos, bookmap, confluencias de fibonacci, ciclos de Hurst, geometría de Drummond. Un solo concepto basta para que dediques a ello toda una vida.

Es espectacular desarrollar la habilidad de aplicar esos conocimientos, cualquiera de ellos. Son herramientas que bien ejecutadas dan resultados, y el trading va de eso: de lograr resultados. Si lo tuyo son las Ondas de Elliot y te especializas en la tercera tendrás diversión para rato, lo mismo que si te especializas en Pautas Planas, o en las quintas. Si pones el foco en la aplicación del conocimiento lograrás resultados, y a más foco mejores serán. Si logras resultados aumentará tu capital, tu confianza y tu seguridad, lo que te llevará a otro nivel.

Desarrollar un plan de entrenamiento que te ayude a lograr esos resultados de la mejor forma posible es muy gratificante. Ya no estás en la dimensión del conocimiento y la teoría, ya no te mueves en el plano de los modelos, sino que has cambiado de órbita: ahora estás en la ejecución práctica de ese conocimiento. ¿qué puede haber más bonito? Es solamente de la aplicación de lo que sabes que logras tus resultados. Saber te aporta satisfacción intelectual, pero saber aplicar te aporta maestría.

Ahora bien, si no te dominas a ti mismo, si no eres capaz de transformar la mente que traes por defecto, tu trayectoria como operador será frustrante. No estás preparado para hacer trading. No lo estaban tus antepasados y no lo estás tú.

La mente que utilizas ha sido desarrollada durante decenas de miles de años para servirte como una herramienta de supervivencia en un entorno que nada tiene que ver con el de los mercados financieros. Lo que escondes entre tus orejas es un litro y medio de masa encefálica capaz de las más asombrosas hazañas. Esta herramienta se ha encargado de aumentar la posibilidades de supervivencia de tus antepasados, de todos ellos. Les ha permitido encontrar fuentes de alimento, hacer frente a las amenazas, sobrevivir y reproducirse. Pero el entorno en el que ha sido desarrollado es muy diferente al entorno en el que tienes que desarrollar tu práctica como trader. 

Tu mente no está lista para hacer frente a un movimiento contrario del precio. Está lista para responder a una amenaza, puede intuir la agresividad y el peligro en los ojos y en la actitud de un semejante y responderá agrediendo o huyendo ante un posible depredador, pero no sabe qué hacer ante un soporte que no aguanta el precio, no sabe qué hacer ante la frustración de perder tres entradas seguidas, no saber qué hacer ante la amenaza de perder la razón.

La única esperanza es la transformación. Si quieres ser consistente en tu operativa necesitas comprender qué haces con tu mente para sabotear tu éxito, necesitas aceptar que es tú responsabilidad y la de nadie más generar los resultados que generas, y estar dispuesto a transformarte.

Pero eso no es necesariamente evidente, y tampoco es fácil.

Aun en el caso de que lo aceptaras puede que una parte de ti se resista a esa transformación. ¿Y en ese caso dónde queda la esperanza?

No lograrás la consistencia como operador si no eres capaz de transformar tu mente, creeme. No hay esperanza para el trader que va a operar con una mente diseñada para sobrevivir en la sabana africana. Te despertarás con un ataque de ansiedad, querrás vengarte del mercado, te quedarás paralizado ante una entrada perfecta viendo como se te escapa el precio, doblarás posiciones para “atacar” al mercado, y en el camino perderás tu dinero, tu confianza y tu salud.

Pero es que, aun que aceptes que debes transformarte, el camino que tienes por delante puede ser demasiado demandante para ti. Puede ser que no estés en condiciones de ser nada más que lo que ya eres. Puede que tu condicionamiento haya hecho mella de una forma tal en la que no haya opción de ser nada diferente, nada distinto, nada nuevo.

En ese caso, por más que te esfuerces despertará siempre en la misma casilla de salida.

¿Entiendes?

¿Por qué te crees que la gran mayoría no logra ser un operador consistente? ¿Crees que son un grupo de imbéciles incapaces de aprender a encontrar oportunidades de inversión? ¿Crees que se trata de un conocimiento tan difícil que solamente está en la mano de unos pocos? ¿No crees que haya nadie capaz de entrenarse de la forma adecuada para desarrollar las habilidades que el trading demanda? Tanto el conocimiento como la aplicación de ese conocimiento son dominios que te será dado obtener. Algunas personas necesitan más tiempo y otras menos, pero todas puede aprender a leer el mercado.

¿Entonces porqué no son consistentes? ¿Cómo se explica que la capacidad de sostener las ganancias a lo largo del tiempo le sea dado a tan pocos? La respuesta está entre tus orejas. Necesitas un tipo de mente que no te es dado por defecto.

Los traders de éxito que conozca han tendido que cruzar el desierto de transformar sus mentes. Han realizado un trabajo personal descomunal, magnífico.

Cuando hablamos de lo que debes aprender para hacer un trading consistente nos referimos al conocimiento mínimo necesarios al que ya mencionamos en un vídeo anterior de esta serie, nos referimos también a la necesidad de entrenarse para aplicar ese conocimiento en un entorno en tiempo real y con feedback, y ahora señalamos la barrera mental: la necesidad de transformar tu mente por defecto en una mente capaz de operar en un entorno tan incierto como los mercados.

Con una cuenta demasiado pequeña no te comprometerás a seguir aplicando tu trading plan porque tu mente querrá más: más oportunidades, más riesgo, más resultados, más rapidez. Lo que te llevará a introducir cambios con la esperanza de lograr ese “más”, pero lo único que lograrás será moverte en círculos: nuevos sistemas que te llevan a la casilla de salida en cuenta de experiencia, nuevos indicadores que alterarán tu habilidad de reconocer oportunidades, nuevos mercados que se comportarán de forma distinta, nuevos marcos de representación que incorporarán ruido. Podrías seguir haciendo lo que hacías al principio y avanzar paso a paso, pero tu mente te sacar de ese camino y en el intento de acelerar tus resultados los congela.

Con una cuenta demasiado grande te temblará el pulso: Cuando hagas crecer tu cuenta y alcances determinado tamaño tu mente te asustará. Debes seguir haciendo lo mismo que has estado haciendo: misma operativa, mismo sistema, misma gestión, mismas oportunidades... pero tras un cierto umbral tu mente desea que cambies y el miedo, interferirá en tu capacidad de operar con eficiencia. Sentirás que debes “filtrar” operaciones, que debes modificar tus salidas, que debes mover tus stops a BE. Cualquiera de estos cambios alterarán el sistema y por lo tanto tus resultado. En el intento de paliar el miedo empeorarás tus resultados lo que dará más y más miedo.

Tu sabes andar sin mucho problema: pones una pierna delante de la otra y, sin pensar te diriges de aquí a allá, pero ¿Podrías andar por la cornisa de un edificio? ¿Podrías andar si hubiera un precipicio a ambos lados? Seguirías teniendo la misma capacidad de andar, pero podrías quedar paralizado por el miedo.

No sería un tema de saber,¿verdad? El conocimiento lo tienes. Ni de habilidad ¿verdad? Eres perfectamente capaz de andar. Es una habilidad que dominas. Sería más bien el juego interior de tu mente que te estaría bloqueando.

En el vídeo anterior vimos los rendimientos tan asombrosos que puedes obtener del mercado si eres capaz de sostener en el tiempo la aplicación de un sistema de forma férrea, ahora bien ¿estás dispuesto a seguir haciendo lo mismo una y otra vez, semana tras semana, durante meses y años si la ganancia en términos absolutos es “pequeña”? Ya sabes que será grande, ya vimos que el interés compuesto entrará en escena y multiplicará tus ganancias, pero para eso necesitas rotar tu capital y eso lleva tiempo, ¿Estás dispuesto a mantenerte fiel al sistema una y otra vez el tiempo que haga falta?

Tal vez digas que sí, que serás capaz de seguir un trading plan ganador, que puedes manejar tus emociones e impulsos, pero en realidad no lo sabemos y la única forma de averiguarlo es observando qué haces. Nuestros deseos pueden hacer promesas que nuestras emociones no pueden pagar.

Para zanjar el tema:

Aun cuando dispongas de la capacidad ejecutiva como operador, de tiempo y de dinero, necesitarás aprender a gestionar a tu mente. Este trabajo es imprescindible y suele ser complejo. Dedicaremos más de un vídeo a aportar recursos en este sentido, de manera que, aunque no podamos recorrer el camino por ti puedes sentirte acompañado y con un plan de trabajo sobre ti mismo sensato y potente.

Quiero que comprendas las formas que tienes de jugar en tu contra, pero sobre todo me interesa que seas capaz de jugar a tu favor. 

Mientras tanto recuerda que si quieres Tu serás trader.