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La lógica del coaching aplicada al trading

En esta ocasión voy a compartir un modelo que nos ofrece el coaching para enfrentarte a tus posibles errores de forma eficaz.

El modelo no puede ser más sencillo:

  • Para lograr determinado resultado define primero qué es lo que quieres.
  • Establece después un plan de acción capaz de llevarte de donde estás a ese resultado.
  • Aplica las acciones que forman parte de ese plan.
  • Evalúa tu progreso para saber si debes corregir lo que haces.

¿Es demasiado sencillo para ser operativo? En realidad ahí se esconde su eficacia:

  • El paso 1 invita a determinar lo que un quiere, pero el caso es que hay muchas personas que no saben lo que quieren.
  • El paso 2 invita a definir las acciones que nos pueden llevar a nuestro objetivo y aquí el reto está en saber trazar un plan de acción eficaz. Quiero ser consistente, por ejemplo, pero ¿cómo lo lograré?
  • El paso 3 invita a emprender la acción, y podemos ver rápidamente que muchas personas saben qué deben hacer y no lo hacen. Debo dejar de improvisar, o debo dejar de perseguir el precio. Pero no lo hago.
  • El paso 4 nos señala la importancia de evaluar los resultados de nuestras acciones. Si nos estamos desviando podemos tomar medidas correctivas. Pero muchos operadores hacen trading a ciegas y no saben porque fallan, no tiene datos válidos sobre su desempeño o teniéndolos no los saben analizar.

Este sencillo modelo que nos ofrece el coaching puede aplicarse a los procesos de mejora como traders teniendo en cuenta las siguientes consideraciones: 

El paso uno te invita a definir primero lo que quieres lograr. Pero ¿sabes hacerlo? ¿Tienes claridad sobre lo que quieres?

Podrías decir: Quiero ser trader, o quiero ganar 1 millón de dólares haciendo trading, o quiero dejar mi trabajo actual para vivir del trading, o quiero conseguir la consistencia, o quiero aprender un trading plan que me de una ventaja estadística, o quiero saber todo lo que pueda sobre análisis técnico, o quiero mejorar mis puntos débiles, o quiero manejar adecuadamente mi respuesta emocional, o quiero acotar una ventana de oportunidad para especializarme en ella, o quiero encontrar un mercado que me de mejores entradas en la franja horaria que puedo operar, o quiero encontrar la forma jurídica que me permita optimizar mi tributación, o quiero dejar de sobre operar, o quiero optimizar el uso del riesgo para optimizar mi capital. Las posibilidades son infinitas ¿verdad?

Da igual en qué estadío de tu desarrollo te encuentres: siempre habrá mejoras a realizar.

Si comienzas serán de un tipo, si llevas más tiempo te interesan otras cosas, si ya eres consistente, otras, si estás trabajando sobre ti mismo otras. Pero siempre es posible definir qué es lo que uno quiere.

Pero, y aquí comienza el tema interesante, no todas las formas de definir lo que uno quiere son óptimas. Por ejemplo, no es lo mismo que tenga claro qué quiero lograr, que que tenga claro qué quiero evitar.

“Quiero sistematizar mi forma de analizar el mercado” es distinto de “No quiero ser tan caótico analizando el mercado” o de “No quiero improvisar en mi análisis del mercado”.

Suele ser más práctico establecer lo que uno quiere que establecer lo que uno no quiere. En el primer caso nos orientamos al resultado, en el segundo caso al problema. “Quiero mejorar mi porcentaje de operaciones ganadoras” es diferente de “No quiero tomar tantas operaciones perdedoras”. 

También es recomendable especificar claramente lo que queremos: “Quiero mejorar mi operativa” es un buen deseo, pero acepta demasiadas interpretaciones. En ese caso debo ser capaz de definir qué significa mejorar específicamente: ¿Aplicar mejor el Trading Plan? ¿Obtener más operaciones ganadoras? ¿Ganar más en cada operación? ¿Operar menos veces? ¿Reducir el número de errores de ejecución?

También es importante que lo que desee lograr esté dentro de mi círculo de influencia. Alguien que diga que “quiere saber todo lo que pueda sobre análisis técnico” está orientándose a un objetivo ilimitado, con lo que puede pasarse su vida como coleccionista de conocimiento pero sin lograr ese objetivo. Es mucho más efectivo reducir el alcance del objetivo a algo que se pueda alcanzar: “Quiero aprender el modelo de los traders institucionales” o “Quiero aprender a manejar un oscilador que cierre mis entradas” serían más prácticos.

Es importante a su vez tener mucha claridad en aquello que queremos, esto es, establecer un objetivo cerrado y específico. Alguien podría desear “Vivir del trading” pero ese es un objetivo demasiado abierto y que se puede lograr de muchas formas distintas. Podría vivir del trading dejándose las pestañas 10 horas al día, o vivir del trading vendiendo Expert Advisors en Metatrader. Si no tiene caridad podría terminar cambiando un trabajo por otro.

Otro aspecto fundamental es acotar aquello que queremos a un momento temporal. Cuando un operador se plantea un objetivo monetario, por ejemplo “Quiero ganar 1 millón de dólares” debería establecer una fecha. “Quiero ganar 1 millón de dólares este año” o “Quiero ganar 1 millón de dólares en los próximos cinco años” o “Quiero ganar 1 millón de dólares durante mi carrera como trader”.

Una consideración más sobre este primer paso del modelo es la ecología de lo que deseamos, esto es, ¿cómo encaja nuestro deseo con nuestra vida actual? Vigila con lo que quieres porque puedes conseguirlo, y entonces ¿qué pasará? Si quieres manejar una cuenta millonaria, por ejemplo, tal vez aumente tu estrés y tus preocupaciones, duermas peor y sufras más. Si quieres pagar tu estilo de vida trabajando dos horas al día ¿qué harás con el tiempo libre? Son aspectos que quieres anticipar.

El segundo paso del modelo nos dice que establezcamos un plan de acción capaz de llevarnos a ese objetivo. Esto es tan sencillo como listar las acciones que entendemos que tienen el potencial de movernos hacia la meta de forma eficiente.

Si hemos hecho un buen trabajo en la definición de lo que queremos, y nos hemos asegurado que está en positivo, es específico, cae dentro del marco de nuestras competencias, está asociado al tiempo y encaja con nuestra vida y con quienes somos, este trabajo sólo se verá obstaculizado por nuestro conocimiento, o falta de él.

Quiero realizar veinte operaciones ajustadas a mi actual trading plan, sin errores ejecutivos ni emocionales, para evaluar la esperanza matemática.

Quiero generar 5.000$  con el Trading Plan A, para aumentar en uno el número de contratos con el que opero.

Quiero tener un protocolo frente al mercado que me permita optimizar mi trabajo en a búsqueda de ventanas de oportunidad.

Quiero tomar un máximo de tres operaciones por día.

¿Qué planes de acción puede generar para alcanzar estos objetivos?

Para realizar 20 operaciones ajustadas al TP actual debo disponerme a ello, revisar mi ejecución y darme un visto bueno por cada una que se ajuste al TP, y en caso de cometer errores volver a comenzar la serie.

Para ganar 5.000$ con determinado TP necesitas aplicarlo tal como ha sido diseñado, y para ello puedes establecer tus condiciones: Analizaré el mercado X, en la franja horaria Y, para determinar escenarios como que cumplan las condiciones Z y W. Entraré de esta forma, con un riesgo tal que así, y una defensa de la posición tal que asá, con este tipo de gestión durante tantas operaciones. Luego evaluaré los resultados y bla, bla.

Para establecer un protocolo puedes hacer algo como: listar todas las acciones que forman parte de tu trabajo diario, agruparlas por familias, secuenciarse y verificar que no te dejas ninguna, poner a prueba el protocolo y verificar que recoge lo que necesitas.

Para tomar un máximo de tres operaciones al día dirás algo como: Tomo una primera operación y evalúo el resultado. Independientemente del resultado si las condiciones son X e Y tomaré otra, pero si no lo son dejaré la operativa por el día. Si tomo otra evaluaré otra vez las condiciones y si siguen siendo X e Y seguiré operando pero si no lo son cerraré el día. Finalmente si tomo una tercera operación dejaré de operar independientemente del resultado o de las condiciones. Apagaré la terminal y me alejaré del mercado.

Si te marcas un objetivo a más largo plazo del tipo: Quiero ser un trader consistente durante este año en curso y lo establezco como alguien capaz de aplicar un TP cerrado durante un mínimo de tres bloques de 20 operaciones consecutivos en los que la ejecución de mi sistema se ajusta en un 90% a mi trading plan, y en el que el resultado operando con n contratos es de X dólares, tu plan de acción será mucho más ámplio.

Tal vez algo del tipo:

Dedicaré las tardes de tres días a la semana, entre las 16h y las 18h a analizar el mercado X bajo los parámetros de mi sistema, para localizar ventanas de oportunidad que se ajusten a mi trading plan y que se den en un Contexto favorable que defino como tal y tal. Anotará el resultado de mi operativa en la plantilla Z, y verificará sus resultados desde un punto de vista ejecutivo y numérico. Si detecto errores por mi parte que exceda un 10% de los casos invalidará la serie y comenzaré de nuevo. En ese caso evaluaré el origen de esos errores por sí debo trabajar algún aspecto psicológico que me esté afectando. Si estoy siguiendo las directrices que establezco aquí seguiré adelante hasta que logre tener tres series consecutivas de 20 operaciones, momento en el que consideraré que he sido consistente.

El reto en esta fase es la identificación de las acciones necesarias para generar el resultado que buscamos. En ese caso podemos estudiar casos parecidos, esto es, inspirarnos en secuencias utilizadas para lograr resultados similares a los que buscamos, ya sea a través de la lógica, o recurriendo a la fuente adecuada.

El tercer paso es emprender la acción. Eso es relativamente sencillo: se trata de ejecutar lo que has establecido y de sostenerlo a lo largo del tiempo. Si lo haces podrás evaluar tu progreso y eventualmente alcanzar tu meta, pero en muchos casos las personas no hacemos lo que sabemos que debemos hacer. 

Demos un paso atrás. Obviamente los resultados dependen de las acciones y no de los planes. En muchos casos sabemos qué debemos hacer para cambiar pero no lo hacemos, y aquí no es diferente. Si sabes que te llevará a la consistencia y no lo aplicas ¿cuáles son tus posibilidades de llegar a ser consistente? Se reducen drásticamente. Si tienes un plan para mejorar tus resultados pero no lo aplicas, si has trazado un recorrido perfecto para optimizar tu tiempo de pantalla, para sacar el máximo partido a tu operativa, para reducir tus errores o implementar prácticas más eficientes, pero no actúas, ¿de qué te servirá?

Si estás en la situación de saber lo que debes hacer para lograr lo que quieres, y te das cuenta de que no actúas y no aplicas decididamente los pasos necesarios, podrás tomar perspectiva y reflexionar sobre tus verdaderos motivos.

¿Qué te está frenando? ¿Es un tema de falta de confianza en ti mismo? ¿Son las potenciales consecuencias de lograr tus metas? ¿Temes que puedas fallar y eso te ponga en evidencia? ¿Simplemente no son tus objetivos reales?

Generalmente en este tipo de situación lo que está enfrentando la aplicación del plan es algo de tipo emocional o existencial, que podemos gestionar. Si el origen es emocional probablemente se trate de miedo, y si es existencial de sentido vital. En ambos casos podemos encontrar recursos con los que confrontar nuestra falta de acción. Tal vez debamos reformular nuestro objetivo para ajustarlo a nuestro verdadero deseo, o tal vez debamos encontrar recursos para superar los bloqueos emocionales, y también podría ser que llegásemos a la conclusión de que en realidad lo más conveniente es abandonar esas metas porque no son realmente importantes o significativas para nosotros.

Es el caso de un operador que diga querer unos mejores resultados, que establezca la necesidad de obtener un backtesting exhaustivo de su trading plan para tomar decisiones informadas, pero que no encuentre el momento adecuado para hacerlo. Sabe lo que debe hacer pero tal vez no esté dispuesto a pagar el precio. Y si no paga el precio ¿cómo se supone que obtendrá esa información? 

O podemos imaginar un operador cuyo plan de acción incluya dejar de improvisar y operar exclusivamente dentro de los parámetros que establece su TP, per que no aplique la acción establecida. Sabe lo que debe hacer y no lo hace, pero al menos es consciente de que se está haciendo fallar con lo que puede dejar de contarse historias sobre querer ser un trader profesional, o ponerse las pilas y averiguar qué se esconde detrás de esa necesidad de autodestrucción.

El último paso es la evaluación de los resultados para ver si estamos acercándonos a nuestro objetivo en los plazos y términos establecidos, o no. Si el avance es satisfactorio podemos seguir con el curso de acción y si descubrí que hay desvíos estamos en disposición de gestionar las causas y tal vez modificar nuestro plan de acción.

¿Qué sentido tendría hacer algo que no funcione y seguir con ello? ¿De qué nos valdría ampliar un curso de acción incapaz de llevarnos donde queremos ir a parar? En estos casos cuando antes sepamos que no estamos bien dirigidos antes podremos tomar medidas correctivas.

No queremos esforzarnos en subir una escalera muy alta para descubrir al final que estaba apoyada en la pared equivocada.

En resumen, este modelo define cuatro pasos distintos para lograr nuestras metas:

  1. Definir qué queremos.
  2. Trazar un plan de acción.
  3. Emprender la acción de forma decidida.
  4. Evaluar nuestros resultados por si debemos introducir modificaciones.

Deseo que estas ideas te sirvan de inspiración para tu propio progreso como trader.