fbpx Sesgos cognitivos | Trading de Futuros Pasar al contenido principal

Sesgos cognitivos

Sesgos cognitivos

Te puede pasar, por ejemplo, que hayas tomado una operación, que te haya dado un resultado negativo y que ante la siguiente ventana de oportunidad dudes y te quedes fuera para ver cómo esa oportunidad, en la que no participas, va directa a tu objetivo teórico. 

En ese caso, has sido víctima del Efecto Recencia, un sesgo cognitivo muy habitual que nos hace ponderar con mayor peso los eventos más recientes.

La pérdida que has sufrido aparece en tu mente e influye en el siguiente proceso de toma de decisiones.

Vamos a ver qué podemos hacer para minimizar esos errores de forma activa.

Recuerda que hay tres principales escollos que debes lidiar en tu batalla interna como trader a saber:

  1. Los errores derivados de una sobreactivación emocional.
  2. Los errores por sesgos cognitivos
  3. Y las historias que nos contamos.

Hemos compartido un modelo en seis pasos para operativizar el trabajo sobre nuestras emociones.

Veamos ahora qué podemos hacer con los sesgos cognitivos comenzando por lo más obvio: ¿Qué son y cómo nos afectan?

El responsable de su popularización es el psicólogo Daniel Kahneman que, junto con Amos Tversky ganó el Premio Nobel de Economía por su trabajo sobre este asunto. Lo que observaron es que las personas parecía que operaban desde dos sistemas distintos: uno muy rápido e intuitivo, y otro más lento y reflexivo a los que llamaron: sistema 1 y sistema 2.

En el día a día el sistema rápido, Sistema 1, nos facilita la toma de decisiones. En vez de evaluar todos los datos y dedicar energía de computación, tomamos una decisión rápida basada en un atajo cognitivo.

Un ejemplo clásico es el siguiente:

Si te doy un bate y una pelota de baseball, que juntos están valorados en 1 dollar con 10 céntimos, y te digo que el bate cuesta 1 dolar más que la pelota, ¿cuánto cuesta la pelota? ¿10 céntimos?

Si crees que son 10 céntimos has activado el sistema 1 para responder y has utilizado un atajo cognitivo.

Pero si activas el sistema 2, que es más lento, lógico y reflexivo, te darás cuenta de que, si la pelota costase 10 céntimos, entonces el bate tendría que costar 1 dólar con 10 céntimos para costar 1 dólar más que la pelota, y en ese caso el coste combinado de ambos sería de 1 dólar con 20 céntimos.

Por lo tanto la pelota cuesta 5 céntimos.

Intenta responder el siguiente acertijo sobre un norteamericano llamado Steve:

“Un vecino ha descrito a un individuo de la siguiente manera: “Steve es muy tímido y retraído, invariablemente servicial pero con muy poco interés en las personas o en el mundo de la realidad. Siendo tranquilo y calmado, tiene necesidad de orden y estructura, y pasión por los detalles ”. ¿Es más probable que Steve sea bibliotecario o agricultor? ¿Qué opinas?

Si con esta información piensas que es más probable que Steve sea un agricultor, has caído nuevamente en un atajo cognitivo.

Si activas el sistema dos y reflexionas, te darás cuenta de que la probabilidad de que Steve sea un bibliotecario es muy baja porque hay muchos más agricultores que bibliotecarios en norteamérica. De hecho, en el momento en el que se publicó originalmente este acertijo, había  20 veces más granjeros que bibliotecarios en estados unidos, y a día de hoy esa cifra sigue siendo de 10 a uno.

Pero a nuestro sistema 1 le gusta mucho sacar conclusiones rápidas, y eso, desde un punto de vista adaptativo es muy bueno: si tu tatarabuelo, de paseo por el bosque, escucha un ruido de ramas rotas a sus espaldas, y piensa que puede ser un lobo, es mejor que salga corriendo y se ponga a salvo y descubra luego que no era un lobo sino un tejón, que la opción contraria: que se quede a evaluar si es o no una amenaza real y que resulte que si es un lobo.

Hay cientos de sesgos cognitivos que podrás encontrar con una búsqueda en internet, pero como traders, y en el marco de estas reflexiones nos puede ser muy útil pensar en ellos como en “trampas mentales” sobre las que debemos estar precavidos.

Cuando le han preguntado a Daniel Kahneman si él, conocedor y estudioso de estos sesgos, es menos proclive a caer en ellas, su respuesta ha sido siempre muy clara: “Conocerlos no me sirve de nada. Soy tan víctima de ellos como el que más”.

Si esto es así, ¿qué podemos hacer nosotros? ¿Tiene acaso sentido pensar en ellos en nuestro trabajo como operadores? En realidad sí. El caso es que en la mayoría de casos las personas que se enfrentan al tipo de decisiones como las expuestas: inferir el precio de la pelota, o determinar la probabilidad de que Steve sea granjero o bibliotecario, y que lo hacen con éxito, lo consiguen con un esfuerzo volitivo, es decir, aplicando el freno de mano mental, dejando a un lado la activación automática del sistema 1, y esforzándose por activar el sistema 2, más reflexivo y lógico.

Esto quiere decir que, como traders, si queremos minimizar nuestros errores por atajos cognitivos, debemos estar prevenidos sobre ellos, y hacer un esfuerzo consciente en no sacar conclusiones precipitadas, en sosegar nuestros impulsos, y en reflexionar y cuestionar nuestras primeras conclusiones.

Después de realizar nuestro análisis y llegar a un determinado juicio haríamos bien en plantearnos el escenario opuesto. Si pensamos que el mercado está en una fase de compra encubierta, y por lo tanto los operadores institucionales se están tomando posiciones largas, podríamos preguntarnos: ¿Es posible que en vez de comprar están vendiendo? ¿Puede ser esta una maniobra de venta encubierta? Y analizar luego la viabilidad de esa posibilidad.

¿Cuántas veces no has sacado una conclusión sobre el mercado, por ejemplo que estaba apunto de realizar un cambio de tendencia de alcista a bajista, has pasado a vender y el mercado te ha sacado una y otra vez de tus cortos? Si llegas a la conclusión de que el mercado está por realizar un cambio de tendencia creas un anclaje en tu mente y sesgan la información. Lo que hará tu cerebro será sobreponderar aquellos aspectos informativos que validan tu conclusión, y minusvalorar aquellos que la contradicen, y eso te dejará ciego. Será como operar con la mitad de la información.

En cambio, si eres consciente de que tu mente está cableada para hacer este tipo de artimañas, podrás activar el sistema 2, tomarte un momento extra, y estudiar la situación contraria.

Este sesgo sucede constantemente: a la que hayas sacado una conclusión te verás empujado a apoyarla. Es la forma que tiene mente sosegar la disonancia cognitiva. Es más costoso a nivel de computación sostener en tu mente una idea y su opuesta. Para evitar eso tu mente prefiere buscar aquella información que valida sus primeras conclusiones. Si has visto una vela con volumen climático que cierra lejos de mínimos después de una caída acelerada a una área de soporte y te has dicho: “Ahí están comprando los profesionales. Esto es el inicio de una maniobra de compra encubierta” es muy probable que, a continuación, con esa idea en tu cabeza, le des más peso a la información que valida esa posibilidad y le quite importancia a cualquier otra posibilidad, por ejemplo a que los profesionales estén deshaciendo parte de sus posiciones cortas, para realizar una ganancia partial. Si tu te lanzas a comprar a partir de esa conclusión inicial puedes encadenar una serie de operaciones perdedoras.

Una táctica muy efectiva para prevenirte ante los sesgos cognitivos como  este es que te plantees siempre dos escenarios opuestos: 

Si el precio hace esto entonces abriré largos, y si hace esto otro abriré cortos. Si el precio cierra por encima el rango de apertura de la sesión europea, por ejemplo, buscaré largos, y si cierra por debajo del rango de apertura buscaré cortos. Si el precio se mantiene por encima de la media de 200 periodos buscaré largos, y si consolida por debajo buscaré cortos. Si el precio respeta este nivel buscaré largos y si lo pierde buscaré cortos. Siempre dos escenarios opuestos.

Una trampa muy habitual es la de darle instrucciones a tu mente para validar determinado escenario. Por ejemplo, el mercado está realizando un desarrollo alcista direccional, hace una pausa en forma banderín, y tu observas la acción del precio y te preguntas ¿es esto una banderín?

Y tu sistema 1 se activa rápidamente y te da una respuesta: efectivamente, es un banderín y al momento te descubres comprando el mercado en espera de una continuación alcista. Pero tal vez no vaya a haber una continuación alcista. Una pregunta mucho mejor es: “Dada la información que está mostrando el precio, ¿qué movimiento es más probable?”

Parece lo mismo pero es muy diferente. La primera pregunta la puede responder el Sistema 1, y lo hará muy rápidamente, pero la segunda pregunta necesita reflexión y tener en cuenta muchos más datos. Tu mente debe analizar mucha más información y dedicar más recursos de computación. Eso lo haces activando el Sistema 2.

Uno de los sesgos con los que debes estar más familiarizado como trader es la aversión a la pérdida. Kahneman y Tversky determinaron que este sesgo nos afecta a todos los humanos. De hecho los datos experimentales informan de que para la mayoría de personas las pérdidas son 2.5 veces más dolorosas que placenteras son las ganancias.

Kahneman y Tversky también descubrieron que ante una pérdida segura, tendemos a arriesgar más, sólo para intentar no perder. Imagina que tienes la opción de elegir entre, o bien una pérdida segura de 750$ o bien la probabilidad de un 75% de perder 1000$ pero un 25% de probabilidad de no perder nada. El 90 % de personas se decantará por esta segunda opción.

Una de las conclusiones es que las personas tienden a arriesgar más para recuperar 1000€ que para ganar 1000€. ¿Entiendes cómo te afecta este sesgo en tu operativa? Tu tendencia natural será arriesgar más si vas por debajo en el mercado. Tenderás que asumir un riesgo mayor si has comenzado el día con alguna pérdida, te dirás que tienes que evitar esa pérdida y es probable que ese pensamiento te arrastre a aumentar tu riesgo.

La mayoría de personas tenderá a aguantar una posición perdedora mucho más allá de lo que dicta su política de riesgo, con la esperanza de no tener que realizar la pérdida y asumir su error.

Tienes que estar prevenido sobre este tipo de trampas para poder actuar a favor de tu mejor interés. Y no es que por el mero hecho de estar alerta vayas a desactivarlo, seguirás mostrando aversión a las pérdidas porque forman parte de tu condición humana, pero como trader puedes evitar que el sesgo te arrastre a ir en contra de tu interés, asegurándote de que tu riesgo no depende del resultado del marcador y analizando las operaciones una por una.

Otro sesgo tremendo es el del Coste Hundido en el que una decisión que tomamos en el pasado influye lo que hacemos en el presente y condiciona nuestro futuro. Cuando sigues con una relación que no funciona pero te dices que ya has invertido cuatro años y que no vas a malgastar ese tiempo, o sigues en un trabajo horroroso porque llevas ya mucho tiempo en él y estás muy familiarizado, o sigues estudiando una carrera que hace tiempo dejó de gustarte, o mantienes esa camisa en tu armario que no te has puesto más que una vez y que no te gusta pero que te costó 100€ en vez de venderla por 20, o tienes la despensa llena de comida basura que sabes que no te conviene pero no la tiras y la sustituyes por comida sana porque ya la has pagado, aunque vaya en contra de tu salud.

Juan no tiene ni idea de jugar a poker pero se lanza a jugar. Entrada la noche ha perdido 1000€. Si activase el sistema 2 y reflexionase sobre las probabilidades de recuperar esa cantidad o de perder aún más, vería que lo más razonable es dejar la mesa y asumir la pérdida. Pero no activará el sistema 2, en cambio seguirá aferrado a la idea de recuperar lo que ha perdido porque no acepta la idea del coste que ya ha pagado. Ya sabes cómo acaba la historia de Juan ¿verdad?

Eso mismo te puede pasar en el mercado. Tienes una “mala racha” pero no eres capaz de cerrar el ordenador, analizar lo que está sucediendo desde la calma y buscar una mejor oportunidad. No. Ya llevas demasiado perdido y no vas a aceptar la pérdida así que te quedas forzando operaciones hasta que la pérdida es tan dolorosa que ya no lo soportas más, o hasta que finaliza el día, o hasta que tu pareja te ve y te pide explicaciones o hasta que tu broker te expulsa con una margin call.

En todos estos escenarios lo que ha has pagado, en tiempo, en dedicación o en dinero, está influyendo tus decisiones presentes yendo en contra de tu mejor interés.

Hay muchos otros sesgos afectando nuestras decisiones y lo que te propongo que hagas, es que estés prevenido sobre la activación de tu sistema 1. Cuando estás frente a la pantalla quieres activar el sistema 2 pero, como sea que ese sistema consume más energía y a tu cuerpo le resulta más caro de activar, la tendencia natural será a mantenerlo apagado. No quieres hacer eso, no quieres funcionar ante la pantalla con el sistema 1 porque cometerás error tras error, así que mi sugerencia es que tomes la decisión consciente de actuar a favor de tu mejor interés y actives el sistema 2.

¿Cómo lo haces específicamente? Utilizas una alarma periódica, igual que te sugerí que hicieras para monitorizar tu sobreactivación emocional. Cada cierto tiempo, cuando suene la alarma, diriges el foco de atención al tipo de mente que está activo. ¿Te ves tomando decisiones impulsivas y llegando a conclusiones con rapidez? Peligro, puede que estés actuando desde el sistema 1. Decide activar el sistema 2. Hazlo una y otra vez. Sin esfuerzo. Sin emoción de frustración, ni de ira, ni de tristeza. No tienes que luchar contra tu mente, sino comprenderla y aliarte con ella. Entiende que la activación del sistema 1 por defecto es lo más eficiente desde un punto de vista energético, por lo tanto tu mente busca el ahorro al hacerlo. Tu buscas una ganancia en el mercado, lo que necesita que utilices tu pensamiento reflexivo, lógico y pausado.

Pon la atención una y otra vez hacia adentro. Pregúntate: ¿estás activando el sistema 1 o el sistema 2? Agradece a tu mente el que active el sistema 1 para ahorrarte energía, pero pídele que haga el esfuerzo y active el sistema 2. Repite esta secuencia durante todo el tiempo que estés operando y con la práctica te resultará realmente sencillo y estarás más cerca de actuar a favor de tu mejor interés.