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NO ESPERES A QUE EL TRADING CAMBIE TU VIDA

NO ESPERES A QUE EL TRADING CAMBIE TU VIDA

No tiene que pasar nada, no tienes que lograr nada, para vivir con plenitud. No esperes, no lo dejes para el futuro. Date cuenta de esto ahora y líbrate de la idea de que esta no es tu vida verdadera, las cosas no cambiarán en su esencia mañana, ni pasado. No cambiarán por que consigas una fortuna, ni porque estés al mando de tu tiempo. No cambiará la esencia de quién tú eres por poder viajar en primera, o por no tener jefes, por comprarle una casa a tus padres o cambiar de coche. Estos logros pueden ser interesantes, pero no cambiarán tu esencia.

Tu vida es lo que está sucediendo ahora, después de tomar esa operación perdedora. Ahora, mientras esperas a que el precio llegue a la zona de trabajo y parece que demora mucho. Ahora cuando te das cuenta de que has perdido una excelente oportunidad por estar distraído, de que el precio ha hecho algo inesperado. Tu vida es aguardar con paciencia a la publicación de noticias sentado sobre tus manos aun con una idea muy precisa de qué es lo que sucederá. Es lo que pasa mientras documentas tu última operación, mientras analizas la semana pasada y sacas conclusiones de qué podrías haber hecho mejor, de qué error sigues repitiendo. Es lo que sucede cuando preparas tu taza de té y pones tu música preferida antes de comenzar tu operación. 

No hay nada que debas lograr para comenzar a vivir de verdad. Tu vida se está desplegando ahora, es eso que sucede mientras aguardas a conseguir el éxito como trader.

Y sí, siendo un trader consistente lograrás multiplicar tus posibilidades. Tendrás control sobre tu tiempo, lo que te permitirá rediseñar tu vida y tomar otras decisiones. Podrás elegir el cuadro médico que quieres para tus padres, el destino en el que vivir, los países a los que viajar, pero nada de eso tiene que ver con tu esencia. Comprende que tu capacidad para ser feliz no está tras ningún objetivo y mucho menos no está tras la consistencia en los mercados.

Esta consistencia te ayudará a ganar confianza, y seguridad, te dará satisfacción y un mayor control, pero al final, la vida que diseñes tendrá que ser vivida por ti, y ese tú que va a vivirla es no diferente del tú que está en el camino de lograrla. Ahora, en este momento, te es dado ser todo lo feliz que se puede ser. Tu felicidad no depende de que logres una entrada perfecta, o operar con 100 contratos, eso son deseos de tu subconsciente para paliar el sentimiento de inferioridad y hacer frente a la incertidumbre de la vida, y se pueden levantar como enormes obstáculos que te mantengan distraído de lo que es verdaderamente esencial, que es que tú ya estás viviendo aquí y ahora.

Lo que te es dado experimentar se despliega perfectamente en este momento. Si lo reconoces podrás aprovecharlo. Ese rato con tu hijo, estando plenamente consciente con él, dejando a un lado las demás obligaciones incluida la de ser un trader de éxito, abandonando tu agenda y entregándote a compartir con él tu presencia. Ese paseo por el campo atendiendo a cómo la vida se despliega ante tus ojos, inhalando sus aromas, sin echar de menos la pantalla, sin pensar en el mercado, ni desear nada del futuro, mirando el mirlo, y el petirrojo, respirando conscientemente. Ese viaje mental leyendo un buen libro, dejándote arrastrar por la imaginación del autor sin sentirte culpable por no estar haciendo backtesting, disfrutando de cada frase ingeniosa, de cada giro. Esa conversación con tu pareja en la que escuchas con plenitud, atentamente, dejando a un lado cualquier otra cosa que no sea estar en el aquí y el ahora.

Es fantástico que persigas la consistencia, que trabajes por ella y que te centres en progresar día a día superando tus propias limitaciones, pero no te pierdas a ti mismo en el camino, no dejes para más adelante lo que solamente puede ser vivido desde el ahora, no pospongas tu felicidad, ni tu plenitud. Ten claro que llegará mucho más lejos quien disfrute del camino que quien se centre en la meta.

Nada esencial cambiará con la consistencia, tendrás otros recursos a tu disposición pero el que los vivirá serás tú mismo, con tus miserias, con tus sombras y tus condicionamientos. No esperes que el trading cambie tu vida, no lo hará, al menos no en lo esencial.

Una de las primeras cosas que comenta el famoso trader Martin Schwartz, en el interesantísimo y recomendable libro “Pitbull” es que el trading le dió a ganar una fortuna pero le costó el matrimonio.

Si estimas que hay alguna área que no es como quieres lucha por ella, claro, haz lo que esté en tu mano y persiste. Tal vez el trading venga a jugar un papel relevante en este proyecto que es tu vida, pero no deposites en él la responsabilidad de cambiar tu esencia.

En cambio, si recorres el camino con plenitud, si pones tu atención consciente en el proceso mismo, verás que el trading puede ser tan satisfactorio como cualquier otro proyecto que emprendas. Si te centras en hacer lo que debe ser hecho poniéndo ahí tu atención, sin irte al futuro, sin pensar que es un suplicio necesario para lograr más adelante lo que de verdad es importante, si aprendes a librarte de la proyección en el tiempo psicológico, verás como el trading se convierte en una aventura, en un proyecto de crecimiento personal en sí mismo, en una excelente forma de conocerte, de transformarte, de aprender sobre ti.

Entiende que no puedes sostener la consistencia sin un profundo conocimiento de tu esencia. Todos los traders, antes o después, debemos dejar atrás quienes éramos antes de hacer trading. Recuerda, quien sale de la jungla no es el mismo que entró.

Si vives este proyecto como un medio para conseguir un fin, suspenderán tu gratificación a un eventual final, y te perderás aspectos muy interesantes. Si pones tu atención excesivamente en la meta y vives como si fuese una carrera te perderás el paisaje. En cambio, si eres capaz de vivir el trading como una danza, como un baile, disfrutarás del proceso, de cada etapa. El bailarín no está esperando llegar a ningún lugar, está saboreando cada nota, cada paso, cada momento.

Deseo que seas capaz de ver esta diferencia, de integrar en tu día a día y de aprovechar tanto el proceso como la meta.