fbpx Seals trading | Trading de Futuros Pasar al contenido principal

Seals trading

Seals trading

Una de las pruebas de graduación más complicadas a las que tienen que enfrentarse los aspirantes a SEAL son las 24 semanas de los BUD/S (Basic Underwater Demolition/ SEAL), dentro de la cual se engloba la conocida como Hell Week, la semana del infierno, en la que pasarán 110 horas en privación de sueño, cargarán sobre sus espaldas lanchas de combate y pesados troncos, harán carreras cargados con todo equipo o con piedras y se enfrentarán a la prueba de la piscina, en la que serán sumergidos hasta el fondo con la manos atadas mientras un instructor, equipado con un traje de buzo les pone en situación de pánico. Si sucumben al miedo se rinden y son sacados del agua, muchas veces se desmayan y deben aplicarles maniobras de reanimación.

Relatan los SEALS que, al estar bajo el agua en esas condiciones de indefensión, el cerebro manda el mensaje inequívoco de que van a morir. 

A lo largo de esa semana los aspirantes van golpeando la campana que indica que se rinden y abandonan el proceso, algo que hacen casi el 95% de los candidatos. 

¿Pero qué es lo que hace que unos aguanten y otros abandonen? Una pregunta muy importante que el cuerpo tuvo que aprender a responder tras el 11 S. En ese momento el ejército decidió que debía aumentar el número de miembros de ese cuerpo pero sin hacer más fácil el proceso de selección: la pruebas seguirán siendo extremas y solo las pasarían los mejores, pero ¿por dónde debían comenzar?

La respuesta es contraintuitiva en un primer momento porque llegaron a la conclusión de que no se trataba de buscar entre los aspirantes más fuertes, más atléticos o más cachas. No era un reto que se les diera mejora a los tipos más duros sino que descubrieron que tendrían más éxito y serían más efectivos seleccionando a vendedores de seguros. ¿Qué te parece? Resulta que los vendedores de seguros tienen una cualidad que correlaciona con el éxito en ese tipo de pruebas extremas.

Un estudio de la armada desveló un conjunto de cosas que las personas con aguante y firmeza de carácter hacen, algunas veces de forma inadvertida e inconsciente, y que mantienen frente a los retos y a las dificultades: hablarse a sí mismos de forma positiva. 

Los SEALS necesitaban menos macho, menos malotes y más personas con un diálogo interno positivo.

Cuando hablas contigo mismo puedes decirte cosas positivas o cosas negativas, ¿verdad? puedes decir que puedes, o que no puedes, que lo lograrás o que fracasarás, que se te dará bien o que seguro que acabarás pifiándola, y resulta que la capacidad de auto animarte con mensajes positivos del tipo: podré, lo superaré, lo lograré, te dan la capacidad de seguir adelante con aplomo y persistencia.

Posteriormente otros estudios de la armada validaron esa relación. 

De hecho, tan pronto comenzaron a enseñar a los aspirantes de los BUD/S a hablarse a sí mismos de forma positiva y capacitante, junto con otras herramientas de desarrollo mental, las tasas de éxito en la superación de las pruebas de la semana del infierno mejoraron casi un 10%.

Lo que dicen los expertos es que superar la prueba depende del físico, pero abandonarla depende de la mente. Es la cabeza la que les hace abandonar por encima de sus capacidad, y eso es algo que los vendedores de seguros tienen muy bien entrenado.

Ellos se enfrentan constantemente al rechazo, una y otra vez, en una y otra visita, tras una y otra propuesta, y tienen que seguir adelante o no sirven para esta profesión, de manera que, los que terminan viviendo de vender pólizas son, necesariamente, muy duros, o al menos su mente lo es.

De hecho los estudios indican que los agentes que puntúan entre el 10% superior en optimismo, venden un 88% más que 10% más pesimista.

Martin Seligman, académico de la universidad de Pensilvania, ha dedicado buena parte de sus estudios a la indefensión aprendida. Una condición en la que los sujetos, han aprendido a comportarse pasivamente ante los retos y las dificultades, con la sensación subjetiva de que no pueden hacer nada para cambiar su realidad, aunque existan oportunidades reales de cambiar la situación aversiva, evitando las circunstancias desagradables.

Es como si se dijeran que, por más que lo intenten, no lograrán lo que se proponen, y eso es una forma de hablar consigo misma que podríamos calificar de negativa. Lo contrario de las personas optimistas.
Cuando Seligman estudió el desamparo, se dió cuenta de que estaba estudiando realmente el pesimismo y de hecho el modelo de la indefensión aprendida es también un modelo para el estudio de la depresión.

Y si eres trader, si estás en esta profesión y tienes que enfrentarte al mercado, y tienes que salir a cazar tus pips o tus ticks cada atardecer, si te enfrentas a los mejores del mundo, tienes que saber el papel que juega la forma como te hablas. Tienes que tener claro que te cuentras cosas que pueden ayudarte a superar tus restos, o que pueden minar esos intentos. Que te ayudan a seguir adelante o que te descarrilan.

Uno no nace Optimista, como tampoco nace Pesimista. Uno se hace a sí mismo de una forma o de otra, y las buenas noticias son que en cualquier momento podemos elegir una mejor forma de hablar con nosotros mismos, podemos contarnos las historias en nuestras cabezas de una forma que nos apoye más. 

Seligman explica que tanto los optimistas como los pesimistas dan forma a las historias que viven pero lo hacen de manera distinta. Él lo llama el “Estilo de explicación” y lo reduce a tres Pes: Permanencia, Perversidad, y Personalización.

Ante un problema una persona pesimista se dice:

  • Que siempre será así, o que nunca lo logrará ( es decir, el problema es permanente).
  • Que es algo universal, generalizado (es decir, el problema es pervasivo) y que es 
  • Por su culpa (es decir personaliza).

Mientras que el Optimista hace lo contrario:

  • Que es una situación temporal (por lo tanto no hay permanencia y pasará)
  • Que tiene una causa específica y no universal, no generalizada (por lo tanto no pervasiva)
  • Y que no es por su culpa (por lo tanto no personaliza)

Si eres un trader que aspira a hacer una carrera larga y provechosa te conviene incorporar estas ideas y alejarte del lenguaje Permanente, Pervasivo y Personalizado.

Si has tenido una mala semana no digas que siempre será igual, di mejor que ha sido así pero que la próxima semana lo harás mejor.

No digas que es algo universal y no generalices, di mejor que hoy es hoy y que mañana será mañana y que tendrás otra oportunidad de mejorar. En esta ocasión lo has hecho así, pero en una próxima ocasión lo harás distinto y el resultado será mejor. 

Y no digas que es por tu culpa, no personalices, di que has hecho lo que has podido y que ya lo harás mejor. Que si has tropezado te levantarás y lo intentarás de nuevo y que es algo que le podía pasar a cualquiera, que todos los traders tienen semanas mejores y peores.

Recuerda, cuida tu lenguaje y tu lenguaje cuidará de ti.