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ASÍ PUEDES RECONCILIARTE CON TU TRADING

ASÍ PUEDES RECONCILIARTE CON TU TRADING

Una de las experiencias más frustrantes que puede tener un trader es darse cuenta de que está siendo él mismo el obstáculo a su éxito, que no se trata del sistema, del mercado ni el marco de representación, sino de sus propias decisiones de autosabotaje, y no saber como cambiar, cómo transformarse.

Algunos traders, por alguna extraña razón, actúan en su contra, sabiendo cuál es el conjunto de pasos que les lleva a la consistencia no son capaces de seguros, no porque sean unos pasos difíciles y complicados, sino más bien porque una parte de ellos mismos actúa en su contra: su mano aparta el stop cuando su cabeza sabe que no debe hacerlo, se descubre promediando a la contra cuando es algo que está prohibido en su trading plan, improvisa entradas cuando ha dicho que esta vez será distinto y que se ceñirá a tu protocolo.

Y lo peor de todo es que esto no sucede una sola vez, no es que haga eso un día o una semana y luego retome el camino ganador, es que continúa en una espiral de autodestrucción que le lleva a ir en su contra por más variables que añada. Que cambia de sistema, igualmente se lo salta. Que tiene un nuevo TP, igualmente incumple. Que ahora opera en Criptomonedas, una parte de él sigue aferrado a esos comportamientos perniciosos, y es justamente a ese operador, el que está desesperado porque quiere cambiar y no es capaz, al que quiero dedicar este capítulo. Hoy veremos un protocolo llamado “integración de partes” que ofrece una secuencia de pasos para hacer las paces con la sombra.

¿Qué podemos hacer cuando sospechamos que por un lado queremos una cosa y por otro lado queremos otra? Por un lado sabemos que debemos cerrar nuestra conducta en el mercado, por otro lado no soportamos la idea de que algo nos constriñe y nos limite. Por un lado queremos aplicar nuestro trading plan tal como está diseñado, por otro lado queremos improvisar entradas en alguna ocasión. Por un lado queremos manejar el riesgo de forma rígida y estricta, por otro lado sentimos que deberíamos doblar posiciones. Una buena opción es trabajar con el proceso de integración de partes de la programación neuro lingüística o PNL.

Este proceso consta de cinco pasos distintos que seguiremos en orden. Los cito de forma sucinta y luego vemos un ejemplo.

  • Paso 1. Identifiquemos claramente las posiciones de ambas partes en conflicto.
  • Paso 2. Descubramos cuál es la intención superior de cada una de esas partes.
  • Paso 3. Escalemos estas intenciones hasta dar con una intención compartida o muy cercana a ser compartida.
  • Paso 4: Realicemos el hecho de que ambas partes persiguen un objetivo común y por lo tanto que están relacionadas.
  • Paso 5: Busquemos objetivos específicos que satisfagan la intención positiva que ambas partes comparten.

Imagina el caso de un trader que sabe que debe seguir un trading plan cerrado y no obstante improvisa entradas. Por un lado su intención de seguir las reglas contenidas en ese trading plan, por otro lado su mano moviendo el mouse y tomando entradas fuera de ese plan, Dice que quiere ser disciplinado, que quiere explotar la ventaja de ese plan, pero cada poco tiempo sale y añade una modificación. Y se repite que esa vez será distinto, que esa vez hará lo que debe hacer, pero no tardará mucho en improvisar de nuevo.

Sabe, porque ya ha sufrido bastante, que por ahí no hay salida, que improvisando, saltando a perseguir el precio, o modificando los parámetros de forma aleatoria, no puede ser consistente, y ese conocimiento, ese saber no cambia nada porque no es capaz de hacer lo que debe ser hecho.

¿Cómo hacer el proceso de integración de partes en este caso? He aquí una posibilidad:

El paso 1 consiste en identificar las posiciones de ambas partes, y en este caso hay una parte que quiere ser disciplinada, y otra parte que quiere ir por libre.

El paso 2 consiste en descubrir la intención superior de las partes, ¿qué desea esa parte que busca la disciplina ejecutiva? Tiene claro que explota una ventaja estadística. Que dicha ventaja solamente aparecerá si aplica el sistema como ha estado diseñado. Que para ser consistente en los resultados debe serlo en el proceso. Es parte tiene claridad prístina sobre lo imprescindible que es ser disciplinado como operador. Para ganar, para conseguir resultados escalables, para hacer crecer su capital, es necesario ejecutar un sistema que de una ventaja y hacerlo acorde a los parámetros de diseño del sistema, que son los que contienen la ventaja que se explota.

¿Pero qué es lo que está detrás de ese deseo de ser disciplinado? Ganar. Lo que esa parte quiere es ganar, ser consistente de una vez por todas. 

Vale, y ¿qué desea verdaderamente esa parte que se salta las reglas e improvisa? ¿para qué lo hace? ¿Qué persigue con esa innovación? ¿Podría ser que lo que esa parte desea es sentir que está al mando de todo el proceso? ¿Sentir que no tiene que rendir cuentas a ningún jefe? ¿Sentir que tiene total libertad para hacer lo que cree que es más apropiado? Puede ser.

Fin de paso 2. Por un lado tenemos una parte que busca la disciplina para ganar, y por otro lado tenemos una parte que busca la improvisación para sentir que ella es la que está al mando de sus decisiones.

Ahora veamos el paso 3: Escalemos estas intenciones hasta dar con una intención compartida o muy cercana a ser compartida.

¿Para qué quiere ganar esa parte que es disciplinada? ¿Para qué quiere la consistencia? ¿Qué le dará eso? Le dará opciones, le dará libertad de elegir dónde trabajar, dónde vivir, dónde ir de vacaciones, le dará posibilidades para los suyos, recursos, alternativas. Lo que busca esa parte es la libertad. Eso es lo que quiere y la disciplina es el medio que entiende necesario.

¿Y para qué se empeña en rebelarse la otra parte?, ¿para qué esa improvisación?, ¿para qué esa innovación constante? ¿No persigue acaso la misma libertad? ¿La misma sensación de tener opciones, de poder elegir, de poder sentir que está al mando de su vida y de sus decisiones?

¿No persiguen en este caso ambas partes un fin común? ¿No es cierto que ambas partes quieren lo mismo: tener opciones, elegir entre más posibilidades, ser libre y estar al mando de su propio destino? Ya lo tenemos. Ya hemos identificado la intención superior de ambas partes.

¿Qué nos dice el Paso 4? Que veamos esa relación entre ambas partes. Que nos demos cuenta de que persiguen un objetivo común, que son formas distintas de acercarse a lo mismo. Tanto la parte que busca la disciplina como la que se salta las reglas, comparten el mismo deseo de ser libres, de estar al mando de sus destinos, de sus vidas, de incrementar sus opciones. Solo es que lo intentan de formas opuestas: una a través de la ejecución disciplinada de una ventaja en el mercado, otra improvisando.

Trabajemos finalmente el paso 5, que consiste en buscar objetivos específicos que satisfagan las intenciones de ambas partes. ¿Cómo podemos ser disciplinados ejecutando una ventaja en el mercado y a la vez ser libres y creativos? La parte que busca la disciplina ejecutiva podría preguntarle a la parte que improvisa para que pusiera su creatividad al servicio de la disciplina ¿Qué podríamos hacer para ser disciplinados? ¿Cómo podrías utilizar esa capacidad de improvisar y de ser creativo en aras de la ejecución disciplinada? ¿En vez de inventar diez formas de sabotear la disciplina, podrías encontrar diez formas de ser disciplinado? ¿En vez de improvisar entradas podrías improvisar formas de permanecer sin improvisar? ¿Podríamos poner ese potencial al servicio de nuestra libertad futura? ¿Podríamos llegar a un acuerdo en el que tu me ayudes a ser disciplinado, y yo te deje elegir cómo gastar nuestro dinero? ¿Puedes apoyarme para que logre la disciplina ejecutiva y yo te apoyo para que puedas escalar las más altas cotas de creatividad con estos recursos en tiempo y dinero?

No hay una única solución, ni un único camino, sino más bien opciones alternativas que hay que explorar. No se trata de que una parte sienta que pierde sino de encontrar una salida que permita realizar la intención positiva de ambas.

El valor de este proceso es que puedes explorarlo a nivel individual para ver qué es lo que tienen que decir esas partes de ti que están aparentemente en contraposición.

Idealmente lo harás de la mano de un terapeuta especializado en PNL que enriquecerá ese proceso con otras muchas herramientas como las líneas del tiempo, los anclajes de recursos y las submodalidades. Mi intención es darte a conocer este proceso en su forma más rudimentaria para que veas que no estás condenado a seguir repitiendo más de lo mismo una y otra vez, que hay alternativas por explorar, posibilidades y opciones.

Pruébalo, tomate un momento para explorar qué está detrás de estas contradicciones entre lo que dices querer y lo que haces, y no te sorprendas si eres capaz de encontrar rápidamente alternativas en las que no habías pensado, tal vez con el potencial de darte otro tipo de resultados.