Cómo actuar a favor de tu mejor interés
Como trader quieres mantener tu foco de atención en aquello que te acerca a tus objetivos, pero es fácil que te distraigas, ¿verdad?.
El mercado no se mueve tanto como te gustaría y tu mente divaga.
El precio no está en la zona de trabajo que te interesa y tu mente divaga.
Estás a la espera de noticias y tu mente divaga.
Eso no es malo en sí mismo, pero si tu foco de atención queda dividido tu rendimiento decrece y también la capacidad de realizar una buena operativa.
¿Imaginas cómo serían tus resultados si fueras capaz de mantener tu foco de atención libre de distracciones?
Por un lado debemos comprender que nuestro foco de atención es limitado, y por otro que cada vez hay más empresas compitiendo por él. Quieren que te fijes en lo que te ofrecen, que lo desees, que lo anheles, que lo consumas. Estas empresas gastan ingentes cantidades de dinero para asaltar tu mente: suenan notificaciones en tu teléfono móvil, aparecen pop ups en tu pantalla, sonidos y globos rojos, y tu sientes la urgencia de dejar lo que estás haciendo para responder a estas campanillas, y aun si te resistes y aguantas sin responder, el mero hecho de saber que ha entrado un nuevo whatsapp divide tu mente.
¿Qué dirías que es lo contrario a “distracción”? Si eres como la mayoría dirás que es concentración o foco, pero no es así. Lo contrario a “distracción” es “tracción”. Y por definición tracción es cualquier acción que te lleva hacia lo que has dicho que quieres, que te mueve hacia ahí, más cerca de tus objetivos, de tus valores, que te empuja a ser el tipo de persona que has dicho que quieres ser.
Lo opuesto a “tracción” es 'distracción', y distracción es cualquier acción que te lleva lejos de tus objetivos, de tus metas y propósitos, lejos de quién has dicho que quieres ser y de lo que has dicho que quieres lograr.
Y no es un tema meramente semántico. Observa que tanto la palabra “tracción”, como la palabra “distracción”, contienen la palabra “acción”. Podemos decir que cualquier acción que generas con intención, con propósito, es “tracción”.
Imagina que estás en tu ordenador, anticipando una buena sesión de trading. Tienes tu workstation abierta, tu taza de té lista y una música de fondo que te inspira. El propósito está claro: vas a explotar todas y cada una de las oportunidades que te ofrezca el mercado, centrado en tu proceso, aplicando tu trading plan, y atendiendo a tu carga emocional para
que no interfiera en tu desempeño, pero primero chequeas el feed de youtube por si hay algún vídeo interesante.
Lo que sueles ver son vídeos de trading, así que te dices que es trabajo, que eso apoya tu desempeño y tus objetivos, pero en realidad esa es una de las peores formas de distracción. Disfrazada de buenas intenciones tu mente se distraerá, es decir, perderá tracción. Que vayas a hacer algo relacionado con el trading no quiere decir que no sea una distracción. De hecho es el peor tipo de distracción porque ni te das cuenta de que lo es.
No obstante todo puede ser tracción con el enfoque adecuado. No se trata de renunciar a las redes sociales, sino de elegir conscientemente el tiempo que pasamos en ellas. Puedes ver vídeos en youtube, participar en canales de Telegram y en Discord, o jugar a videojuegos, ver Netflix o lo que sea, siempre que decidas que eso es que toca en este momento y lo hagas en respuesta a una decisión consciente y no como resultado de la agenda de otros.
Si lo haces en función de tus valores y prioridades es tracción porque apoyará tu objetivo. Después de una sesión dura en el mercado relajarte con una serie o ver un vídeo interesante puede aportar cierto sosiego y tranquilidad, pero siempre que lo elijas tú. En cambio si respondes a un pop up, o al sonido de un correo entrante, estás actuando, probablemente, a favor del interés de una empresa.
La clave está entonces en planificar esos espacios de distracción, de escape, de pérdida de tiempo. Sin culpa. Tú eliges y desde este punto de vista eso apoya tus objetivos y es tracción.
Para que tu desempeño frente a la pantalla sea de calidad debes mantener tu foco de atención, pero es ya lo sabes ¿cómo es que te distraes? ¿Debemos echarle la culpa a las grandes empresas como Youtube, Netflix o Amazon? De hecho es interesante darse cuenta de que tú ya sabes lo que debes hacer en muchos casos. Está claro que no serás igual de efectivo si estás centrado en la acción del precio que si estás dividiendo tu atención entre el mercado y Discord, o entre el mercado y tu Whatsapp, pero saberlo, tener el conocimiento, no es suficiente.
¿Quién no sabe qué para mejorar su salud tiene que comer alimentos reales, cuidar su sueño y hacer algo de ejercicio? ¿Quién es que ignora que es más sano tomar un plato de verdura que un pastel de chocolate? ¿Qué trader no sabe que para mejorar su desempeño debe estar centrado frente a la pantalla, debe registrar su operativa, debe analizar y eliminar sus errores? Pero saberlo no garantiza que lo hagamos.
El problema no es que no sepamos lo que debemos hacer, el problema es que no sabemos cómo dejar de ser un obstáculo para nosotros mismos, como dejar de distraernos y no alejarnos de nuestros objetivos.
En la mayoría de casos sabemos qué debemos hacer, pero no cómo hacer lo que sabemos que debemos hacer
Entonces, para saber porque no hacemos lo que hemos dicho que haríamos, porque no registramos nuestra operativa de forma sistemática, porqué no repasamos nuestro desempeño y porqué no nos centramos en mejorar nuestros errores, debemos hacernos una pregunta más profunda: ¿Por qué hacemos lo que hacemos?
¿Cuál es la raíz de nuestra motivación? Si le preguntas a alguien cómo se motiva a hacer algo o qué le motiva a hacer algo, es probable que te diga que busca el placer y evita el dolor. Que se centra en aquello que le gusta, que le es agradable y placentero, y que evita aquello que anticipa que es doloroso.
Básicamente el palo y la zanahoria, pero en realidad no es así. Desde un punto de vista neurológico es solamente una de esas cosas: todo lo que hacemos está originado por el deseo de escapar de la incomodidad. A eso se lo conoce como la respuesta homeostática.
Para verlo desde un punto de vista fisiológico piensa en lo que pasa si sales a la calle en camiseta y sientes que hace frío. Tu cuerpo te manda una señal, te informa de que la temperatura no es la adecuada y puede que te pongas una chaqueta. Y si entras a una habitación que está demasiado caliente pasa lo mismo. Tu cuerpo te informa de que el calor es excesivo. Si estás sin comer durante un tiempo tu cuerpo te informa de que le falta azúcar. Si estás sin dormir también tu cuerpo te informará sobre la necesidad de descansar.
Desde un punto de vista psicológico es lo mismo. ¿Te sientes solo? Abre whatsapp. ¿Tienes alguna duda? Busca la respuesta en Google. ¿Estás aburrido? Mira una serie en Netflix o un vídeo en youtube. ¿Estás incómodo con tu vida? Céntrate en la vida de personas desconocidas y famosas y así podrás dejar de prestar atención a tus propios problemas.
Lo que nos mueve a perseguir el placer es el deseo. En esos casos también nuestro cerebro nos hace sentir incómodos para movernos a perseguir aquello que nos hará sentir más cómodos.
Entonces, la clave para aprender a actuar siempre a favor de tu mejor interés debes aprender a manejar el dolor y la incomodidad.
El caso es que la mayoría de personas no han aprendido a manejar su incomodidad, y entonces es esa incomodidad la que los maneja a ellos.
Entonces el primer paso para manejar las distracciones es manejar los disparadores internos de incomodidad, ¿lo ves?
El segundo paso es crear tiempo para la tracción, que como vimos es cualquier acción que te empuja a realizar lo que has dicho que quieres hacer y que es importante para ti. Como trader por ejemplo cerrar de una vez tu trading plan, terminar el backtesting, o mantener al día tu diario emocional.
El tercer paso es hackear los disparadores externos, las campanitas, los pop ups, los sonidos y vibraciones de tu móvil. No obstante los datos señalan que las distracciones originadas por el entorno son responsables solamente del 10% de nuestras distracciones, y que mayoritariamente se trata de distracciones internas generadas en nuestra mente como respuesta a nuestras incomodidades.
Sobre el paso uno, que es manejar los disparadores internos de incomodidad, la principal sugerencia es aprender a hacer una pausa y a observar esa incomodidad. Muy en la línea de la terapia de aceptación y compromiso.
En este sentido, un elemento clave que puede ayudarte es haber anticipado qué harás en caso de distracción. Estás frente a la pantalla observando el precio y quieres permanecer centrado en lo que está sucediendo. Sabes que el precio cuenta una historia que se va actualizando a cada momento. Te mantienes siguiendo la cotización y aguardas una ventana de oportunidad pero eso es exigente y de repente sientes la urgencia de aliviar esa tensión psicológica que has ido construyendo ¿qué harás? ¿Abrirás el canal de Telegram? ¿pondrás un vídeo de trading? ¿te levantarás para preparar una taza de té? Algunas de estas acciones favorecen tu mejor interés, y otras serán meros escapes. Diseña qué es lo que quieres hacer, anticípate y harás que sea mucho más fácil hacerlo. El antídoto a la distracción es la previsión.
La raíz de la distracción es la respuesta impulsiva. Sabes lo que debes hacer y no obstante no lo haces. Ahora lo que decimos es que pre veamos qué es lo que hacemos a las puertas de la distracción. Si hemos dicho que recopilaremos datos para nuestro backtesting pero nos salta el deseo de mirar un vídeo ¿qué haremos? ¿Qué es lo mejor que podemos hacer? Haberlo anticipado nos pone en una situación muy ventajosa para conseguirlo.
La clave está en que decidas fuera del mercado qué harás cuando te enfrentes a esos estados emocionales desagradables. ¿Qué harás si te sientes aburrido, tenso, preocupado, cansado? En vez de dejarlo a la improvisación lo diseñamos eligiendo el comportamiento que apoye mejor tus objetivos.
Algo que puedes implementar en tu día a día como operador, para hacer frente a estos impulsos que te llevan a distraerte, es la regla de los 10 minutos, en la que te das permiso para responder a lo que sea que desees hacer: ver un vídeo en youtube, revisar tu email, escribir un whatsapp, pero solamente dentro de 10 minutos. No estás privando de hacerlo, no te dices que no lo harás, no creas oposición, sino que te dices que lo harás pero dentro de un tiempo, y eso te mostrará la evidencia de que puedes aguantar sin distraerte, lo que te permitirá permanecer más tiempo actuando a favor de tu mejor interés, y esta regla de los 10 minutos puede pasar a ser la regla de los 12 minutos, la de los 15, la de los 20.
Como trader la capacidad de actuar a favor de tu mejor interés y librarte de las distracciones se convierte, sin duda, en un super poder.
Deseo que emprendas la acción de forma sostenida para andar el camino necesario hacia el desarrollo de ese tipo de mente.