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CÓMO EVITAR LAS DISTRACCIONES EN EL TRADING

CÓMO EVITAR LAS DISTRACCIONES EN EL TRADING

Al final de un día exigente, cuando estás mental y físicamente exhausto, es mucho más fácil que pierdas los nervios por temas menores. Después, una vez te has calmado, si reflexionas verás que tu respuesta ha sido desproporcionada ¿por qué has saltado de esa manera? Posiblemente porque habías agotado tu capacidad de autorregularse, y eso, como trader, puede tener fatales consecuencias.

La operativa en los mercados pide que apliques una serie de procedimientos firmes y cerrados: que aguardes a la definición de una ventana de oportunidad, que esperes a que el precio llegue a los niveles de toma de beneficios, que asumas una pérdida si el precio cruza cierto umbral, todo ello depende de tu capacidad de autocontrol. Obviamente, si no eres capaz de ser disciplinado, no esperarás a que el precio defina bien una ventana de oportunidad, o saldrás antes de tiempo, o dilatar tus stops.

¿Por qué sucede eso? Parte de la razón por la que nuestro sistema de autocontrol se cansa fácilmente es que al cerebro le gusta acumular su energía y monitoriza continuamente el nivel de azúcar en sangre. Si percibe que hay cierta decaída puede decidir cortar cualquier gasto energético para poder acumularla, y eso quiere decir que el cerebro está dispuesto a parar cualquier actividad que sea costosa energéticamente, y una de las primeras en caer es el autocontrol.

De repente sientes que no puedes enfocar tu atención, no puedes modular tus emociones y no puedes resistir la tentación.

Podemos concebir tu voluntad tal como si fuera un músculo, que se va agotando repetición tras repetición. Si agotas tu fuerza de voluntad a lo largo del día, y dejas el trading por la tarde, es posible que cometas más errores, no por no saber lo que debes hacer, sino porque tendrás dificultades para gestionarte a ti mismo.

El caso es que la teoría del agotamiento de la fuerza de voluntad se ha puesto a prueba en muchas ocasiones y los resultados dan que pensar:

En un escenario te invitan a participar en una tarea en la que tienes que resolver puzzles de cierta dificultad y te sientan en una mesa que tiene una fuente con trozos de zanahoria. Te piden que no te los comas mientras realizas la tarea y computan el número de puzzles que solventas.

En otro escenario te invitan a participar en una tarea en la que tienes que resolver puzzles de una dificultad parecida a la anterior, y también te sientan en una mesa, pero esta vez en la fuente hay galletas de chocolate en vez de trozos de zanahoria, y también te piden que no te los comas mientras realizas la tarea. Bien, pues resulta que en este segundo escenario las personas resuelven menos puzzles que en el primero, ¿la explicación? El hecho de tener que gestionar su respuesta emocional de una forma más intensa para “evitar” comer las tentadoras galletas, en vez de las frías zanahorias, “agota” la fuerza de voluntad necesaria para resolver los puzzles.

Ahora imagina que operas por la tarde, después de un día en el que has tenido que contenerte en muchas cosas, has comenzado tal vez con tus hijos a los que has tenido que dirigir, también con tu pareja que te pedía ayuda cuando tú estabas haciendo otras cosas que has dejado a un lado, puede que hayas realizado algunas compras on-line a través de una plataforma poco amable, o directamente en la tienda del barrio y puede que hayas estado haciendo cola detrás de un cliente poco espabilado, o quien sabe, tal vez tú día ha transcurrido detrás del volante aguantando atascos e inoportunos semáforos rojos. Si has estado en la oficina puede que hayas hablado con algún cliente quisquilloso, o con un compañero que estaba enojado por sus propios temas. E incluso si ya vives el estilo de vida de un trader consistente y vas por la mañana al gimnasio puede que alguien te haya molestado, que alguna máquina estuviese ocupada y tuvieras que aguardar tu turno, que el monitor os haya propuesto algún ejercicio que a ti te resulta desagradable. Te has ajustado a un horario, has contenido tus ganas de gritar o de empujar, has sido amable cuando en realidad querías ser grosero, y en casa, al abrir la nevera has visto que lo que esperabas encontrar ya no estaba ahí, y que lo que había no era de tu agrado. Has terminado comiendo algo que estaba más caliente de lo que querías y te has quemado la lengua. Cuando estabas preparando la sesión de trading han llamado a la puerta para hacer entrega de un paquete para el vecino que se encuentra ausente. Hay infinidad de supuestos que consumirán tu fuerza de voluntad y no hace falta que sean tragedias, sino cotidianidades, y lo que pasa con eso es que tu fuerza de voluntad se va agotando, esa capacidad individual de contenerte, de hacer lo correcto, de actuar a favor de tu mejor interés, va mermando con el paso del tiempo, y si en ese estado entras al mercado te resultará más difícil hacer lo que debe ser hecho, tu trading plan dice que esperes a determinado nivel de precios para tomar parciales, pero tú saldrás antes, dice que no muevas tu stop pero sentirás la tentación de dilatarlo ligeramente, dice que no promedies a la contra, pero te resultará tentador hacer lo contrario. El trading exige autocontrol y si agotas tu fuerza de voluntad con cosas menores llegarás a un estado que es menos que ideal.

Teniendo estas consideraciones presentes puedes pensar de qué manera tu entorno y tu día a día afectan a tu operativa ¿tienes hijos que compiten con tu foco de atención? ¿operas en un entorno ruidoso? ¿pueden interrumpirte mientras tomas decisiones? ¿debes controlarte para no atender a las notificaciones del móvil o a los pop ups en tu escritorio? Comprende que, cuanto más preserves tu foco mucho mejor, menos decisiones, menos interrupciones, menos contención. Deberías ser muy avaro con el uso de tu fuerza de voluntad ¿verdad?, al menos hasta que hayas finalizado tu operativa.

Es mucho más fácil que en tu nevera no haya comida dulce y suculenta, si lo que quieres es no comerla, que depender de tu fuerza de voluntad para lograrlo. Si no compras ese tipo de alimento no tendrás que luchar contra la tentación, igualmente si tu teléfono está silenciado, si no permites notificaciones en tu escritorio mientras operas, o si minimizas  el uso de tu fuerza de voluntad antes de operar, te resultará más sencillo actuar a favor de tu mejor interés.

Generalmente las personas que muestran más fuerza de voluntad, no lo logran por ser excepcionales, sino por haber actuado sobre el entorno de manera que facilite sus logros, y tú, como trader harías bien en hacer lo mismo.