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Cómo fortalecer tu voluntad

Cómo fortalecer tu voluntad

Puede que sepamos que es imprescindible ejecutar sin dudas, que debemos ajustarnos a los parámetros de nuestro procedimiento operativo o que es vital que trabajemos sobre nuestras peores pifias, pero sin la necesaria voluntad ¿qué posibilidades hay de que hagamos lo que debemos?

Ahora bien, ¿cómo se supone que uno desarrolla esa voluntad si no la tiene? Al fin y al cabo si la tuviéramos en primer lugar ya estaríamos siendo disciplinados ¿verdad? Con esa voluntad haríamos lo que debemos hacer y no lo que sentimos que queremos hacer ¿Se puede desarrollar esa virtud? ¿Nos es dado mejorar nuestra capacidad?

Veamos cómo:

Lo primero que a mi entender hay que dejar bien establecido es que si crees que la voluntad es una capacidad con la que uno nace y que es fija y limitada, si crees que no tienes voluntad o no la tienes, entonces hay poco que puedas hacer ¿verdad? Si tu pensamiento se aferra a la idea de que, como sea que en el pasado no has sido voluntarioso ni disciplinado eso condena tu futuro, si crees que se trata de un recurso escaso de difícil desarrollo ¿qué opciones te vas a dar? Sería mucho más práctico pensar en la voluntad como en un músculo que se desarrolla con la práctica, si pones el foco ahí podrás ver y sentir la mejora. Da igual que en el pasado no hayas expresado un comportamiento voluntarioso, da igual que hayas sucumbido a la tentación, eso no te condena porque ahora tienes la oportunidad de decidir otro camino.

¿Pero qué camino? ¿Cómo comenzamos a fortalecer esa capacidad? Con cosas pequeñas. Igual que no te lanzarás a participar en un maratón si no has desarrollado primero la capacidad de sostener la carrera en distancias más cortas, tampoco debes exigirte más de lo que estés en disposición de hacer. Comienza, pero comienza en pequeño, y construye paso a paso desde ahí.

No tiene sentido pensar que serás voluntarioso y disciplinado frente al mercado pero no en el resto de áreas de tu vida. Así en la tierra como en el cielo. Tú eres el factor común en todos los escenarios de tu vida, tu estás en todos los fregados, en todos los embrollos, eres el protagonista de tus aventuras y tus desventuras, así que es importante comprender que la voluntad no se circunscribe al trading y que debes comenzar con tu entorno más inmediato.

Y recuerda, mi propuesta es que comiences en pequeño, sin prisa. Asume un compromiso, el que quieras, y demuestrate que puedes hacer eso que has elegido. No a los ojos de los demás, no porque nadie te lo exija, sino porque tú has decidido que así será. Decide qué te duchas con agua fría cada día, y hazlo. Al principio te puede parecer algo terrible pero no te matará, y lo que no te mata te hace más fuerte. Abre la ducha, pon el agua fría y observa qué pasa por tu cabeza, qué te dices, con qué excusas tu mente quiere negociar, hoy no, comienza primero con agua templada y luego ya veremos, esto es una estupidez. Observa qué te dices: Así en el cielo como en la tierra. Lo que tu mente está intentando es lo mismo que hace frente al mercado, los mismos trucos, los mismos señuelos, las mismas trampas. Pero ahora tú las puedes observar y puedes dejar de morder el anzuelo. Es un juego. Si eliges participar en él aprenderás algo que está ahí, acompañándote desde hace mucho y qué tal vez no has observado de esta manera.

O puedes elegir algo más sencillo: te quedarás completamente inmóvil, quieto, sin pestañear. Ni un solo movimiento, ni un gesto durante cinco minutos. Una práctica sencilla ¿verdad? O tal vez no, porqué tú mente entrará en acción y querrá negociar contigo. Querrá iniciar un micromovimiento, querrá ajustar tus piernas, querrá mover el dedo, los ojos, la lengua. Tu dices que no, has decidido la inmovilidad y eso harás. Y lo importante no es que lo consigas, es simplemente una práctica que te enseñará algo de ti, de como funciona tu mente en determinado nivel, es una práctica que puede desenmascarar a esa sombra que tiene una agenda propia ¿lo ves? Tu decides desde determinado nivel que harás algo y desde otro nivel eres incapaz de hacerlo, sentirás la tentación, y ahí tendrás el regalo de poder desarrollar tu voluntad. Tu cuerpo dirá que te muevas y tú te mantendrás firme, y finalmente no lo soportas y te moverás. Lo importante es dedicarle tiempo, hacerlo, apostar por ti, aprender sobre ti mismo, sobre cómo funcionan tus condicionamientos, cómo te seduce la mente y te lleva a saltarte tus compromisos. Es lo mismo que pasa cuando estás frente a la pantalla.

También puedes elegir que cuando sientas un picor en la piel no harás nada para sofocarlo, no te rascaras, no te frotaras, no tocarás la zona, tu cuerpo te dirá que te pica, que debes aliviar esa sensación, y tu tendrás la oportunidad de desarrollar tu voluntad y decir que sí, que molesta, pero que no, que aguantarás observando de qué maneras tu mente quiere convencerte de que incumplas tu decisión.

Si vives solo puedes poner el despertador a las tres de la mañana y obligarte a levantarte para apagarlo y luego proseguir con tu descanso. Es algo sencillo pero ¿te atreverás? Si lo haces una noche a la noche siguiente ¿qué dirá tu mente para evitar que lo hagas? ¿Qué discurso velará en tu cabeza para convencerte de que no es necesario? 

A mi me da igual que te duches con agua fría, que seas capaz de estar inmovil como una estatua de sal, que no te rasques si te pica o que te levantes a media noche. Nada de esto tiene que ver con el trading ¿verdad? O tal vez sí. Así en la tierra como en el cielo. Puede que lo que te digas en cada una de estas situaciones o en las muchas otras que puedes ingeniar, hable de ti, que sea un regalo, una ventana por la que ver los mecanismos de tu mente que están detrás de tus comportamientos.

Estas prácticas fortalecerán rápidamente tu voluntad porque son prácticas que eliges tú, las haces porque decides hacerlas, no son para nadie más que para ti mismo y te darán feedback inmediato sobre tus procesos mentales. Sacarán a la luz tus excusas, tus debilidades y flaquezas, con lo que tendrás algo preciso sobre lo que trabajar.

Y luego podrás transferir fuerza desde una área de la vida a tu trading. Cuando te digas que dejarás que el precio llegue a su objetivo de salida porque tus datos indican que es ahí donde maximizar tu ventaja en el mercado eso es lo que harás. Te librarás de la tentación por haber desenmascarado los mecanismos que actúan como cantos de sirena. Cuando digas que no saltarás a perseguir el precio aunque parezca que escapa sin ti eso es lo que harás porque te has demostrado que puedes hacer lo que decidas, que eres fuerte y voluntarioso. Cuando digas que recuperarás tus operaciones y tomarás notas, y analizarán lo que has hecho para minimizar tus errores analíticos y ejecutivos, eso es lo que harás. No habrá excusas, no habrá subterfugios, ni trucos mentales, y eso tiene el poder de mejorar mucho tus resultados.

La voluntad es una cualidad imprescindible y se puede desarrollar. Da igual lo que hayas hecho en el pasado. Como dice el aforismo Chino “El mejor momento para plantar un árbol fue hace diez años, el segundo mejor momento es ahora”.