fbpx LAS HISTORIAS QUE TE CUENTAS | Trading de Futuros Pasar al contenido principal

LAS HISTORIAS QUE TE CUENTAS

LAS HISTORIAS QUE TE CUENTAS

Los tres primeros factores son sencillos de comprender: Te falta conocimiento cuando hay aspectos técnicos, analíticos o ejecutivos que son erróneos. Basar tu trading en la predicción, no saber cuando el mercado expresa una ventaja que puedes explotar, desconocer las maniobras de manipulación institucionales, o no saber cómo gestionar el riesgo de ruina son ejemplos de este factor.

Defender las posiciones a BE antes de tiempo, improvisar una entrada o una salida, intentar recuperar una pérdida forzando una operación son ejemplos de la incapacidad de gestionar tus respuestas emocionales.

Evaluar mal un escenario, tener en cuenta el resultado de la última operación para decidir si tomarás o no la siguiente, o dejar a un lado información relevante, son ejemplos de errores de juicio debido por ejemplo a sesgos cognitivos.

Uno puede trabajar con relativa comodidad sobre estos factores y así, si tienes ideas erróneas sobre cómo funciona el mercado o sobre qué debes hacer para operar con una ventaja, si te frustras cuando pierdes una operación o tienes miedo de entrar en la siguiente, o si te equivocas evaluando las probabilidades de determinado escenario, puedes trazar un plan que te de los recursos que necesitas, ya sean de conocimiento, de control sobre tus respuestas emocionales o sobre tus sesgos cognitivos, pero el cuarto factor es otra historia.

Esto es así por tu autoimagen, es decir, por las creencias que tienes sobre quien eres, y qué mereces. No por tu valor real, sino por lo que tu crees que vales.

Entiende que si crees que no mereces ganar, harás lo que esté en tu mano para ser congruente con esa idea. Si crees que a ti no te es dado conseguir nada relevante, te conformarás con ese concepto, ajustarán tus resultados para que encajen a tu autoimagen.

Y entiende también que eso es algo mucho más profundo de lo que podría parecerte. Desde la superficie, con una mirada rápida, puedes pensar que tú no entras en esta categoría, que ese no es un factor que se aplique a lo que te es dado conseguir. Estás seguro de ti mismo, de hecho lo has demostrado a lo largo de tu vida. Confías en tus posibilidades, en tus opciones. Tú no harías nada que fuese en tu contra ¿verdad? Pero una cosa es lo que dices y otra cosa es lo que de verdad haces.

Tu puedes contrate que eres capaz de dejar correr el precio hasta su objetivo final, no hay nada a nivel teórico que te lo impida, sabes que eso te permite maximizar tus opciones de éxito y se ajusta a la ventaja de tu sistema, pero la realidad es que no lo haces. Sales antes de tiempo una y otra vez. Dices que podrías aguantar pero que es mejor no hacerlo por esto y por lo otro: el precio podría girarse, más vale pájaro en mano, aseguremos lo que ya nos ha dado el mercado. Y yo digo que esto son historias que te cuentan. Si tu ventaja está en dejar que el precio llegue a determinado objetivo eso es lo que debes hacer, y lo que haces de verdad al salir antes de tiempo habla mucho más alto que lo que dices que podrías hacer.

Puedes dominar todos los aspectos técnicos de tu trading, ser capaz de analizar el mercado, de entrar, de salir, de gestionar el riesgo, pero de vez en cuando, después de una buena racha, cuando tu cuenta va multiplicándose, haces algo estupido, algo que  no está en tus planes, que sabes que no debes hacer, y con ello erosionan la cuenta para que se ajuste a la imagen subconsciente que tienes de ti. Esa imagen que vive en tu interior sobre lo que verdaderamente mereces y te es dado conseguir.

Si te pregunto por qué estás logrando el nivel de resultados que obtienes en vez de un nivel superior, ¿qué me dirás? ¿Qué te explicas cuando hablas de lo que pasa con tu trading? ¿Qué historia te cuentas que justifica lo que estás viviendo? ¿El mercado está en un mal momento? ¿Ha habido cambios en la volatilidad? ¿El sistema no funciona? ¿Te falta aprender algo pero estás en ello?

Te quiero decir dos cosas:

  1. La imagen que tienes de ti mismo es solamente eso, una imagen, no es la realidad. La valoración que haces de lo que eres, de lo que mereces, de lo que te es dado, es solamente una valoración, un conjunto de conclusiones que no están esculpidas en piedra, pero que influyen directamente en lo que harás y en lo que dejarás de hacer, y que, por tanto, afectan a tus resultados. Piensa en esa imagen porqué puede hundir sus raíces en el pasado más lejano para afectar tu presente ¿Qué eventos mantienes enterrados a nivel consciente pero están influyendo en tus decisiones? ¿Qué te viene a la cabeza cuando escuchas esta pregunta?
  2. Muchas de las cosas que haces hoy en día son respuestas del niño adaptado, es decir, son respuestas que nacen de una forma específica de hacer frente a un problema que viviste cuando no estabas preparado para hacerle frente (bis). Tu falta de madurez, y la falta de recursos pudieron empujarte a dar un tipo de respuesta que ahora mantienen a nivel subconsciente. Te sentiste humillado delante de la clase y aprendiste a retraerse y a encerrarte dentro de ti. Ahora no tiene sentido ese comportamiento pero sigues manifestándose y cuando el precio retrocede en tu contra y te saca en BE no te atreves a entrar de nuevo, te quedas paralizado.  Sufriste abusos por parte de alguien más fuerte y sentiste un resentimiento tan grande contra cualquiera que pudiera abusar que ahora, cuando el mercado te quita una operación crees que necesitas atacar al precio y te lanzas a demostrarle quién eres tú. Alguien te gritó que eras un intútil y un desgraciado y que siempre estaban estorbando y haciendo las cosas mal, y dentro de ti, encerrado en lo más profundo de tu mente, mantienes la idea de que en realidad no eres merecedor de nada, que no eres bueno, ni capaz, que no sirves, que nunca lograrás nada destacado. En ese momento no estabas cualificado para valorar adecuadamente lo que te decían así que lo aceptaste y ahora que estás cualificado para verlo está tan escondido que no te das cuenta de que haces lo que haces para validar esa autoimagen de mierda, que además es falsa.

Y ahora te toca a ti. Tienes que hacer algo con esto. No basta con que me escuches, necesitas reflexionar, llorar, abrazar a ese niño pequeño que una vez fuiste para tranquilizarle y hacerle saber que le quieres, para decirle que sí que es válido, que no tiene que demostrar nada, que no le hicieron daño porque lo mereciera. Tienes que reevaluar la imagen que tienes de ti para hacerla más grande, más capaz, más ajustada a tus verdaderas posibilidades.

Las historias que te cuentas deben estar a tu servicio, no al servicio de justificar tus resultados, eso es anestesiarte con alcohol, sino más bien en el sentido de que apoyen tus objetivos. Eres tú quien las escribe, quien las recibe, quien las repite, y eres tú quien debe reescribirse, quien debe adaptarlas y cuestionarlas.

No te hagas más daño. El sufrimiento no es el camino que debes recorrer aunque puede ser el combustible que necesites para generar los cambios que anhelas. Ordena tu cabeza. Observa qué estás haciendo con tu vida y pon cada cosa en el sitio en que debe estar para apoyar tus metas.