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Cómo recuperar el contro de tu trading

Cómo recuperar el control de tu trading

En este post, mi objetivo es que entendamos de dónde viene la pérdida de control y qué puedes hacer para recuperarlo.

La primera parte es comprender la diferencia entre el ataque de un oso, un pastel de chocolate, y apartar tus stops. Desde cierto punto de vista son parecidos porque los tres pueden poner en jaque tu bienestar, pero desde otro punto de vista son marcadamente distintas y debemos ver la naturaleza de esas diferencias para saber cómo podemos protegernos.

Imagina que eres un cazador recolector que está cruzando un bosque hace 20.000 años, vas siguiendo el rastro de unos ciervos, quieres acercarte lo suficiente como para poder ensartar en tu laza primitiva a alguno de ellos. Tu familia y tu mismo necesitáis urgentemente la proteína de su carne, pero de repente, de entre la maleza, aparece un oso enorme.

No eres el primer ser humano que se ha enfrentado a este escenario, y para tu fortuna el mecanismo que vela por tu supervivencia se pone en acción y notas como tu corazón bombea sangre, como aprietas la mandíbula, aguantas la respiración, y se dilatan tus pupilas. Se ha disparado el instinto de huida o lucha. Los cambios en tu cuerpo están ahí para ayudarte a aprovechar toda la energía y recursos de que dispones.

La imagen del oso es procesada por tu amígdala, que es una estructura en tu cerebro que vigila las amenazas en tu entorno. Al ver al oso, desencadena una serie de reacciones hormonales y tus glándulas adrenales segregan cortisol y adrenalina. Tu hígado aporta toda la glucosa que ha almacenado y el sistema sanguíneo riega tus músculos de azúcar, a la par que tus pulmones respiran con mayor intensidad: la amenaza ha sido percibida y el cuerpo debe dar una respuesta adecuada de lucha o huida.

Y mientras tu cuerpo se prepara para la acción tu cerebro te aparta a “ti” de la acción. Lo último que quiere es que “tú” le distraigas con cosas menos importantes así que inhibirá tu córtex prefrontal que, entre otras funciones, es la parte encargada de controlar tus impulsos. Es decir, tu comportamiento será más impulsivo, menos reflexivo. No quiere que te acobardes o que te pierdas en elucubraciones.

Esta respuesta de huida o lucha es un instinto perfectamente funcional en el entorno en el que han vivido tus antepasado, les ha asegurado la supervivencia de tus antepasados y tú lo has heredado de ellos. Priorizar tus recursos en aras de tu supervivencia es una estrategia que tiene mucho sentido.

Ahora imagina otro escenario, estás paseando por tu ciudad y de repente hueles un delicioso aroma que sale de una pastelería. Miras y ves un delicioso pastel que te pide a gritos que le pruebes, y antes de que te recuerdes a ti mismo que  estás a dieta y que no te convienen esas calorías extras, te ves pidiendo una porción, y te la pones en la boca a toda prisa.

¿Qué está pasando en tu cuerpo y en tu cerebro en este escenario? Lo primero es que una parte de tu cerebro está comprometida en la búsqueda de la recompensa inmediata. El centro de tu cabeza segrega dopamina, un neurotransmisor, que llegará a las áreas de tu cerebro que controlan tu atención, tu motivación y tu comportamiento. Y ese neurotransmisor manda un mensaje alto y claro a tu cerebro: “Debemos comer ese pastel ahora”. Mientras tanto tu nivel de azúcar en sangre cae de repente ante la anticipación de una comida rica en carbohidratos y grasas. Tu cuerpo no quiere que te de un coma por la subida repentina de azúcar así que disminuye los niveles que están circulando en sangre, lo que conlleva un mayor deseo de comer ese pastel…

Una parte de ti sabe que el objetivo que te conviene perseguir va más allá de ese trozo de pastel, que no debes saciar tu apetito afectando a la felicidad futura de poder lucir tus abdominales el día de mañana o de poder ponerte esos pantalones. El pastel amenaza el logro de tu objetivo estético y comerlo no es actuar a favor de tu mejor interés.

Una parte de ti se da cuenta de la amenaza de ese pastel y reconoce que afectará al logro de tu objetivo, pero a diferencia de lo que pasa con el oso… la amenaza no está en el pastel, el pastel no puede hacerte nada, no va a “atacarte”, ni la solución es que luches contra él. Tu deseo, esas ansias de comer el pastel, no son algo contra lo que puedas pelear, ni de lo que puedas huir. El instinto de huida o lucha, esa respuesta estresa ante una amenaza que tan buenos resultados puede dar contra una amenaza física es algo que no te va a apoyar. Este tipo de autocontrol requiere un enfoque distinto.

Ahora imagina que estás frente al mercado, has analizado la acción del precio, y sospechas que los traders institucionales están tomando posiciones bajistas, si ellos entras cortos tu quieres vender a su lado y acompañarlos en la caída, el contexto es el adecuado, y encuentras la información necesaria para confirmar tu entrada: estás vendido por una formación direccional bajista, has especificado el riesgo máximo que debes asumir teniendo en cuenta el tamaño de tu cuenta y el recorrido potencial del precio hasta la eventual toma de beneficios. El precio hace un primer movimiento a la baja y tu confianza en la operación se acrecienta: será ganadora… pero de repente el precio deja de progresar, queda como estancado, moviéndose lentamente y de forma lateral. ¿Estás frente a una pausa antes de la continuación de la caída, o no hay interés vendedor porque los institucionales buscan tomar más posiciones cortas? Si buscan abrir más cortos lo hará a un nivel de precios en el que exista demanda y esa demanda tomará la forma de las órdenes de Stop Buy de los que, como tú, han entrado cortos, y están defendiendo por encima del punto de entrada, y de los que entrarán largos a la rotura del último máximo comprando su Break Out…

Tu sabes eso y sabes también que, si van a generar demanda empujaran el precio al alza. Ese movimiento irá en contra de tus posiciones y si es demasiado profundo hará saltar tu stop y terminarás con una pérdida. De hecho sigues pensando que el análisis es correcto, que hay es interés profesional en llevar el precio a la baja, y que sería absurdo que salieras con full stop…

El precio reemprende el movimiento bajista y tu respiras lleno de esperanza renovada. Parece que finalmente arrancará la caída y podrás beneficiarte de un buen resultado.. Pero el precio se estanca de nuevo. Una dosis de confianza seguida de una dosis de desconfianza, esperanza en una caída inminente pero el precio lateralizando… de repente un retroceso al punto de entrada… el precio ha retrocedido pero sigues esperanzado… confiando en que terminará cayendo… pero en vez de eso ves que el retroceso en tu contra prosigue y que ya estás en negativo… ¿qué haces? ¿Sales en ese momento y asumes la posibilidad de que el mercado haya hecho un test de punto de entrada y se desplome después sin ti? ¿Esperas con la esperanza de que el retroceso no vaya a llegar al nivel al que defiendes tus posiciones y no salten tus stops? ¿Mueves tus stops dilatando estos ligeramente?

Sin apenas ser consciente ves como tu mano opta por esta última alternativa y te descubres apartando los stops del lugar que habías establecido como punto de rotura. Eso va en contra de todo lo que sabes, no está en tu trading plan, no son tus reglas, no debes apartar tus stops… y sin embargo los apartas…

Este tipo de comportamiento en contra de tu mejor interés, el hacer algo que has dicho que no harás, ilustra el punto que quiero señalar, pero iremos un paso más allá…

Al haber dilatado tus stops has roto la relación inicial entre el riesgo que estabas dispuesto a asumir y el beneficio que esperabas. Al aumentar el riesgo has desmejorado esa relación. Si la operación finalmente se desarrollará a tu favor ¿qué harías? ¿Alejarías también tu toma de beneficios para restituir la relación inicial, lo que podría hacer que buscases un beneficio que no está expresado en la acción del precio sino solamente en tu imaginación.? ¿O dejarás las órdenes de toma de beneficios en el punto inicial?

Imaginemos que el precio en vez de desarrollarse a tu favor sigue retrocediendo. Ya has apartado el stop del punto técnico inicial para evitar una pérdida ¿qué harás ahora ante este retroceso profundo? ¿Dejarás que salte tu stop o lo dilatarás un poco más porque sería una verdadera pena que el precio te sacase con una pérdida e inmediatamente se desplazará a favor de tu análisis?

Supongamos que tienes la sensatez suficiente como para no empeorar la situación y que estás dispuesto a dejar los stops quietos. Si el precio los toca, los toca, y punto. Y efectivamente, el precio los toca, tu sales con una pérdida y te enfrentas a la siguiente amenaza. Ya has perdido más de lo que establecía tu trading plan, pero es que encima el precio ahora ya sin ti, comienza a girar a la baja y arranca un movimiento direccional en el que no eres capaz de participar… Te acaban de robar la cartera.

El análisis del contexto era correcto y miras el desarrollo bajista frustrado por no haberlo sabido aprovechar… y en ese momento haces algo que no está previsto en tu trading plan: aprietas el botón de vender al mercado y no una sola vez, sino dos, entrad con el doble de posiciones de lo que deberías, y lo haces en medio de la nada: no tienes set up, el desarrollo del precio establece ahora un punto de defensa muy alejado de la entrada…

Estás corto de forma impulsiva y sabes que eso es ir en contra de tu mejor interés, pero el deseo de venganza es tan fuerte, tan acuciante, que sientes que no tienes otra opción que luchar.

En el primer escenario has sentido miedo a perder y has intentando huir dilatando tus stops, lo que finalmente te ha costado más de lo que habías planeado, y en el segundo escenario has entrado sin tener señal y con más contratos de los que debes porqué sientes que debes recuperar esa pérdida. Tú clamas venganza… pero el mercado puede ser muy cruel… y justo después de entrar el precio deja de caer y retrocede en tu contra.

Ya sabes lo que pasa cuando operas de forma improvisada, ahora quiero que te des cuenta de que este tipo de reacción a la amenaza de mercado es una respuesta equivocada por la sencilla razón de que la amenaza no existe físicamentea: no hay ningún oso dispuesto a ir a por ti y si tu cuerpo entra en modo huida o ataque está haciendo un mal uso de sus recursos… No vas a huir del mercado, ni vas a luchar con él, es absurdo… El tipo de reto que enfrentas es mucho más parecido al reto del pastel. No necesitas activar el mecanismo de huida y lucha, sino apelar a otro sistema de autocontrol.

En este caso la conducta adecuada es la Pausa y Planificación tal como señala la psicóloga Suzanne Segerstrom que se dedica a estudiar como afectan a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro los estados mentales como el estrés y la esperanza.

Lo que ha descubierto es que, de la misma forma que el estrés genera una respuesta fisiológica específica, aumento de la adrenalina, el cortisol, y la presión sanguínea, entre otros, la necesidad de auto-controlarse también tienen su marca personal en forma de cambios en el cuerpo y el cerebro que ayudan a sobrellevar las tentaciones y los comportamientos autodestructivos.

La respuesta de Pausa y Planificación difiere de la respuesta de Huida y Lucha entre otras cosas porque se genera ante un estímulo interno, no externo. No luchas contra el precio, sino contra el impulso de saltarte tus reglas, no estás ante un oso hambriento, sino ante una necesidad psicológica de buscar la justicia vengándote.

Se trata de un conflicto interno: el deseo de huir de la amenaza del precio moviendo el stop contra la lógica de dejar el stop donde debe de estar, el deseo de atacar al mercado entrando de forma improvisada para recuperar una pérdida, contra la lógica de esperar una ventana de oportunidad de alta probabilidad, el deseo de “demostrar quién eres tú” entrando con el doble de posiciones, ante la lógica de definir y acotar tu nivel de riesgo.

Es un conflicto interno, no externo. Eres tú, luchando contra ti mismo, no contra el mercado. Por este motivo debes encontrar la manera de protegerte de ti mismo. La respuesta de Pausa y Planificación busca justamente esto, gestionar la capacidad de controlarte a ti mismo, frenando tu impulsividad, no acelerándose.

El simple hecho de constatar que se trata de un conflicto interno mejora tus posibilidades de autocontrolarse… Para ello lo que puedes hacer es aumentar tu nivel de consciencia, ver qué impulsos sientes pero no actuar inmediatamente sin más bien crear un espacio entre la percepción del impulso y la respuesta impulsiva a ese impulso, en ese espacio, en esa pausa está tu libertad.