CUANTO SE TARDA EN SER CONSISTENTE EN TRADING
Es bueno saber lo que te espera, ¿verdad?
Si tienes que cruzar un lago a nado y no ves la otra orilla porque hay niebla, ¿te gustaría saber si está a cien metros o a dos kilómetros?
En el caso del trading la otra orilla está más bien a diez kilómetros.
No porque hacer trading sea especialmente difícil, si no porque hay una pieza que permanece invisible durante mucho tiempo.
Iré directo al grano, tu camino hacia la consistencia como trader tiene dos partes y la segunda parte comienza cuando te das cuenta de que lo que creías que era necesario hacer no es suficiente.
La primera parte es fácil y la gran mayoría comenzamos ahí: consiste en el aprendizaje de los elementos técnicos del trading. A algunos les lleva más tiempo y a otros menos, unos utilizan sistemas más sofisticados y otros más simples, unos cuentan con una mayor dedicación y otros con una menor.
El punto fundamental de este camino es la realización del hecho de que este tipo de aprendizaje no es suficiente para ser consistente.
Míralo así: si se tratase de aprender algo, por más complejo que fuese, antes o después uno sería capaz de aprenderlo y eso implicaría que antes o después uno sería consistente, pero no es así en absoluto. La consistencia no depende de aprender algo técnico, un secreto, un sistema o un conocimiento.
Estos elementos pueden ser relevantes o incluso necesarios pero no son suficientes.
La segunda parte del camino comienza cuando nos damos cuenta de que la primera parte no es suficiente, y somos capaces de dejar ese tipo de aprendizaje e incorporar otro tipo.
Dejamos de aprender nuevos sistemas, de operar en nuevos mercados, de añadir nuevos conceptos e indicadores, y comenzamos a andar en una dirección distinta.
Pregúntate tú en qué parte del camino estás, ¿en la primera o en la segunda? Estás en la primera si sigues creyendo que no eres consistente porqué te falta aprender algo técnico.
Estás en la segunda si te has dado cuenta de que ya sabes lo necesario y ahora tienes que centrarte en saber hacer lo necesario. El conocimiento ya lo tienes, pero ahora debes domesticarte para poder aplicarlo adecuadamente bajo presión y en un entorno de incertidumbre.
No hay ningún sistema que pueda hacer eso por ti, no hay ningún conocimiento técnico que vaya a obligarte a ser disciplinado, metódico y sistemático. Ninguno que te impida aumentar tu nivel de riesgo por un impulso emocional, ninguno que impida que saltes a perseguir el precio para vengarte o porque sientes fomo, ninguno que evite que promedies con el precio en tu contra, ni que salgas antes de tiempo y rompas la relación entre el riesgo que asumes y el beneficio que esperas. Todos estos comportamientos son independientes de tu conocimiento igual que puedes saber lo que conviene comer para perder peso y eso no garantiza que será capaz de evitar los atracones.
Un camino centrado en el conocimiento y un segundo camino centrado en la disciplina. Un camino externo y uno interno. Uno en el que acumulas más saber y otro en el que desarrollas una recta ejecución. Uno en el que aprendes sobre el mercado y otro en el que aprendes sobre ti mismo.
Pero el segundo, y ahí está donde demora la mayoría de aspirantes a traders consistentes, solamente puede comenzar cuando te das cuenta de que el primero es insuficiente.
Y eso es algo que permanece oculto a primera vista. Yo intento señalar desde hace tiempo, pero no hay más sordo que el que no quiere escuchar. Creer que el problema de la falta de resultados se arreglará con más conocimiento es demasiado tentador. Ojalá fuera así. Cuantos más traders habría, cuan corto sería el proceso. Aprendes lo que no sabes y ya está: resultados garantizados. Pero no es eso y cuando antes te des cuenta antes podrás comenzar a recorrer el otro camino.
Por este motivo cuando intentamos responder cuanto tiempo demorará la consistencia debemos ser muy cautos: a la mayoría le resultará imposible. Esto es un hecho. A la mayoría no le será dado realizar el tipo de transformación personal que el trading reclama. No porque no estén intelectualmente dotados, no porque no se esfuercen, no porque no le pongan empeño, sino porque están empeñados en dar vueltas y más vueltas a un puzzle que no tiene solución. Están aprendiendo sobre comida, pero no están haciendo nada para aprender a controlar el hambre.
Son la mosca detrás del cristal. Da igual que el insecto vea claramente que en esa dirección está la luz, no será capaz de traspasar el vidrio. Da igual lo claro que te parezca que necesitas un nuevo sistema, marco de representación o indicador, nada de eso te hará ser disciplinado.
Para desarrollar la capacidad de aplicar tu conocimiento en tiempo real, bajo presión y en un entorno de incertidumbre necesitas entrenamiento, pero no un entrenamiento centrado en el conocimiento, sino en el desarrollo de atributos. Tienes que conocerte a ti mismo, a tus demonios, saber donde fallas y tal vez porqué fallas, saber cómo es que eres consistente en ser indisciplinado.
Habla con cualquier trader de éxito y te dirá lo mismo: el verdadero reto es interior. No es aprender un modelo o un sistema, es aprender a tener paciencia, a sentarte sobre tus manos y a esperar la configuración ideal, es aguantar la presión interior que te grita que tomes ese dinero potencial aun cuando el precio no ha llegado a su objetivo de salida, o a hacer las paces con el instinto de autodestrucción, es domar el impulso que quiere que saltes a mercado para no perder una oportunidad, es comprender la historia que te cuentas sobre tu verdadero valor, como has elaborado tu autoimagen, y las maneras como te ajustas a ella aun si eso implica destruir tus logros.
¿Cuánto tiempo te llevará ser capaz de hacer eso?
La parte técnica puede ser muy sencilla, de hecho realmente sencilla.
Darte cuenta de que esa parte no es suficiente puede llevarte eones.
Si llegas a ese punto aún te quedará andar la segunda parte, y eso es totalmente individual.
Es mi deseo el que descubras el segundo camino y que permanezcas enfocado en lo que verdaderamente es importante hasta que seas capaz de recorrerlo.