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EN EL TRADING NO HAY ATAJOS

EN EL TRADING NO HAY ATAJOS

Así que, en vez de lamentarte y esperar que un día llegue a ti la consistencia, asume que nadie puede hacerlo por ti, nadie puede andar tu camino, y abandona toda esperanza, no hay sitio para la esperanza. No esperes a que las cosas cambien solas. Debes cambiarlas tú, y para hacerlo lo primero que debes cambiar es la mente de quien debe realizar los cambios, que es la tuya.

Es tu mente la que se interpone entre tú y tus resultados, es tu mente la que te frena pero a la vez la que puede liberarte.

Estás sólo en esta andadura, pero no en el sentido de que no puedas aprender de nadie, ni que no puedas apoyarte en nadie, sino más bien en que, aunque aprendas de los demás y conozcas el camino, aún deberás recorrerlo por ti mismo.

Si lo único que buscas es que otros te digan donde comprar y dónde vender no estás buscando ser trader sino un sistema de señales. Esta reflexión no es para ti. Pero si lo que buscas es ser capaz de conseguir resultados consistentes en el mercado, si lo que deseas es poder abrir el ordenador, analizar la acción de cualquier subyacente y estar en disposición de participar con las probabilidades a tu favor, entonces debes comprender que hay una parte del camino que deberás andar solo.

Al comienzo, cuando debas sentar las bases, será fantástico que puedas apoyarte en una comunidad de manera que evites los errores que han cometido los que lo han logrado antes que tú. El trading es una actividad solitaria y encontrar quien responda a tus preguntas y dudas y quién comparta tus mismas inquietudes puede ser reconfortante y es una buena forma de avanzar. Ahora bien, llegará un momento en el que deberás lograr la autodependencia, esto es, la capacidad de decidir y analizar por ti mismo, y en esa parte del camino se levantarán obstáculos que tal vez no esperabas. Tendrás dudas, cometerás errores, perderás la confianza y te frustrarás.

En esos momentos debes recordar lo que te digo ahora: nadie andará el camino por ti. No porque no quieran, sino porque no pueden. Te puedo dar la mano, te puedo mostrar como lo hago yo, te puede decir qué me costó más y donde te equivocas, pero después deberás levantarte tú, y dar un paso tras otro hasta cruzar el abismo.

No puedo ganar un combate por ti, no puedo superar una entrevista de trabajo por ti, no puedo ser padre por ti. Te puedo contar como lo he hecho yo, con qué me he enfrentado y cómo he conseguido superarlo, pero después, si quieres ser tú el campeón deberás ser tú quien suba al ring, si quieres ser tú quién logre el puesto de trabajo deberás estar tú en la entrevista, y si quieres ser tú el padre deberás hacer tu parte.

Cómo trader es exactamente igual.

Así que deja de lamentarte por lo que no consigues, deja de desear que las cosas sean distintas de como son, deja de echar balones fuera y levántate de una vez. Da ese paso. Asume el compromiso con tu “yo” del futuro, con esa parte de ti que puedes llegar a ser, y haz lo que debe ser hecho.

Nadie vendrá a tu rescate, ni te bastará con palabras de aliento y buenos deseos. Como trader no es posible sostener tus resultados si no asumes tu responsabilidad, te deshaces de las excusas y comienzas a andar.

Pero ojo que tampoco te vale ir en cualquier dirección. Sí, ya sabes que eres tú quien debes lograrlo, pero no cometas el error de reinventar la rueda. Hay un camino muy claro hacia la consistencia. Asegúrate de saber cual es para recorrerlo paso a paso y sin desvíos, de esa manera estarás haciendo un uso eficiente de tu tiempo y de tu energía.

Y entiende una cosa sobre las personas, sobre ti y sobre todos nosotros: eso a lo que llamamos nuestra personalidad, muchas veces interfiere en nuestros logros. Nos decimos que “somos así”, que “no podemos hacer nada”. Busco soluciones fáciles, un atajo, una forma de no hacer la parte difícil. Me escudo detrás de excusas y justificaciones, o bravuconear, me pongo gallito, o me muestro miedoso y cobarde. Lo que sea que repitas como parte de tu personalidad puede muy bien ser la forma cómo aprendiste a protegerte en el pasado de los retos que tuviste que vivir ¿entiendes? Así que, para dar esos pasos hacia adelante, necesitas superar esos mecanismos de defensa que aprendiste a utilizar y con los que te defiende. No es lo que eres, es en lo que te has convertido para hacer frente a lo que los demás eran y hicieron. Nadie puede cambiar eso por ti, pero eso debe ser cambiado para que andes lo que necesitas andar.