LO QUE NO VES DEL TRADING DE ÉXITO

¿Cómo llega hasta ahí? 

No es el fruto de una operación afortunada, no es lo que hace en este momento, es la suma de lo que ha decidido hacer cada día durante mucho tiempo.

Y si observas a un trader que no consigue la consistencia, tampoco deberías pensar que sus resultados son el reflejo de una mala decisión sino la suma de cientos de pequeñas malas decisiones.

Debes comprender que son esas pequeñas decisiones las que, sostenidas en el tiempo, te darán un resultado extraordinario o penoso y que eso depende completamente de ti y de nadie más.

Uno es disciplinado y está orientado al proceso. Actúa a favor de su mejor interés y hace lo que debe ser hecho. y el otro es impulsivo y se mueve de forma improvisada movido por sus necesidades psicológicas.

Uno asume completamente su responsabilidad en los resultados que consigue y al hacerlo mantiene lo que funciona y corrige lo que no es como desea. El otro echa las culpas fuera de sí y señala el mercado, el broker, o la mala suerte, y al hacerlo se queda sin la posibilidad de corregir su desempeño.

El primero asume sus errores y comprende que esconden la semilla de un regalo. Si lo que consigue no es lo que quiere sabe que debe hacer algo, no meramente esperar a que el cambio aparezca. El segundo culpa a los demás, a su entorno, a sus padres, al ruido, y con esa actitud permanece ciego.

Mientras que el primero se centra en el proceso y sigue trabajando una ejecución perfecta, el segundo se obceca en los resultados inmediatos.

Al final, para un futbolista de élite, o para cualquier otra persona que haya logrado alcanzar resultados excepcionales y los haya logrado mantener, son las decisiones sostenidas en el tiempo las que le llevan ahí.

No es lo que haga durante un partido, ni tan siquiera lo que haga durante todos los partidos, es levantarse cada día, haga frío o calor, y salir a correr, es hacer estiramientos de forma sistemática, asegurarse buenos nutrientes y las horas de sueño de calidad necesarias, es cultivar una actitud positiva frente a la adversidad y no perder de vista que el resultado llegará siguiendo el proceso adecuado, que es la suma acumulada de todas y cada una de sus decisiones.

No puedes esperar ir un día al gimnasio y ponerte en forma. De hecho si vas un día al gimnasio y lo das todo no verás ningún resultado positivo en tu cuerpo, y si vas dos días tampoco. Estás sembrando las semillas de tu destino pero los resultados no son evidentes, así que harás bien en seguir acumulando decisiones a favor de tu mejor interés, harás bien en aplicar el proceso y confiar en él. Si sigues entrenando un día y otro, y otro, si sigues haciendo lo que debe ser hecho los resultados llegarán.

El efecto compuesto de esas pequeñas decisiones te llevará a un destino completamente diferente.

Y también lo hará en un sentido negativo. Ese donut extra no te hará engordar. Puedes repetir el postre y no pasará nada, pero si cada día repites de postre, si cada día te tomas un donut el efecto compuesto de esta mala decisión se expresa de forma inevitable.

El trader de éxito no lo es porque toma una entrada fabulosa, sino porque día a día y todos los días, se centra en el proceso.

El trader que no lo consigue puede perder su cuenta en un mal día, es cierto, pero también lo es que en muchos casos sus malos resultados son la consecuencia de acumular malas decisiones. Esa falta de preparación de hoy, esa improvisación en esta entrada, ese pequeño movimiento de dilatación de sus stops, esa salida antes de tiempo siguiendo un impulso, esa falta de registro de su entrada, esa falta de análisis serio. Todo esto se va acumulando y al final explica perfectamente sus resultados.

Para lograr resultados consistentes tienes que centrarte en hacer un trabajo consistente en todas las áreas de tu proceso, Si te centras en el resultado inmediato de una operación, o de un día de trading, te perderás la esencia.

Dentro de ti hay dos traders, el creador y el destructor, el ángel y el demonio, la luz y la sombra.

En tus manos está alimentar a uno o a otro.

Elige cada día y todos los días se consistente en tu preparación personal.

Elige ser consistente en lo que haces antes de operar.

Elige ser consistente en la forma de analizar el mercado, de generar contexto e identificar ventanas de oportunidad.

Elige ser consistente al aplicar tu política de gestión del riesgo.

Elige ser consistente en la gestión de tu posición.

Elige ser consistente en la gestión de tu respuesta emocional.

Elige ser consistente en el registro y análisis de tu operativa.

Todas estas decisiones forman parte de tu proceso y se acumulan a tu favor o en tu contra. Saltarte una de ellas es como comerte un donut. Puede que creas que no pasa nada, que no hay una consecuencia clara en tu contra, pero estás sembrando las semillas del fracaso.

Comprende que el resultado de una operación está sujeto a varianza. Puedes hacer lo correcto y perder, pero estás haciendo lo correcto y hacer lo correcto es lo único que puede llevarte a ganar.