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Entre tú y el mercado

Decía Mark Douglas que los resultados que obtenemos son el reflejo perfecto del tipo de traders que somos, que nuestros logros reflejan nuestro desarrollo actual. Si son consistentes, si somos capaces de ganar una y otra vez, si manejamos nuestras posiciones, nuestro riesgo, y nuestras emociones de forma adecuada, son estos resultados se mantienen y el trading se vuelve fácil, sencillo, aburrido. En cambio, si nuestros resultados son aleatorios, si un día ganamos y al otro perdemos, si no somos capaces de sostener lo que hacemos a lo largo del tiempo, nuestro trading es una lucha, pero esa lucha no es contra el mercado, sino contra nosotros mismos.

Somos los que interpretamos aquello que creemos estar viviendo. Lo hacemos a través de nuestros esquemas mentales. Cuando observamos el mercado tenemos una concepción de lo que vemos, y agrupamos clusters de información en patrones, formas y escenarios, y cuando vamos al detalle, y nos fijamos en los pormenores, seguimos dando sentido a lo que vemos. Para algunos una vela que hace tal y tal cosa es un signo de fortaleza, para otros de indecisión, para otros no es nada porque no es un tipo de distinción que utilicen…

La realidad es la misma para todos los operadores desde un cierto nivel, pero es muy distinta para todos ellos desde otro nivel. Desde el nivel subjetivo eres tú quien dota de sentido a lo que pasa. Las distinciones que eres capaz de hacer en aquello que observas te permiten ver determinadas formas y darles cierto sentido, pero esas formas no son la realidad del mercado, sino tu propia realidad, lo que ves a través de tus distinciones es la proyección en el mercado de tu comprensión, de tus ideas.

Si estas ideas contienen errores, si no las has cuestionado y asumes por válidas ideas equivocadas, ¿cómo serán los resultados que obtengas?

Una cosa muy bonita del trading, es retomando la observación que hacía Mark Douglas, que “aquello que obtenemos refleja nuestro actual nivel de desarrollo”... Esto quiere decir que, observando tus resultados puedes saber dónde estás. Ese es un muy buen punto de partida para mejorar lo que consigues.

El trading es binario, es blanco o negro, cero o uno… o ganas, o no, o eres un trader consistente o no lo eres… No hay medias tintas, no hay traders que hoy ganan y son consistentes y mañana pierden y no lo son. Si hacen eso es que no son consistentes en primer lugar, no han comprendido, no tiene el discernimiento necesario.

Esta característica del trading nos permite ver si ya estás ahí… ¿Qué dicen tus resultados? Eso es algo que no puedes ocultar. Puedes explicar historias a tu pareja y a tus amigos sobre lo que haces como operador, incluso puedes contarte milongas a ti mismo, pero cuando miras tu cuenta de resultados ahí está la verdad: o ganas o no lo haces.

Utilizando este punto de partida, si tus resultados reflejan que no eres el tipo de trader que quieres llegar a ser, entiende que eso se debe a lo que hay entre tú y el mercado. Comprende que es tu forma de interpretar y dotar de sentido a la acción del precio lo que está impidiendo tu éxito.

Me asombra que sean tantos los aspirantes a traders que, al no lograr el tipo de resultados que desea, esté interesado en cambiar lo que hace, sin reflexionar sobre su forma de interpretar lo que ve. Lo que uno hace, su comportamiento, depende de cómo piensa, de sus esquemas mentales, del tipo de distinciones que ha aprendido a hacer y que es capaz de realizar.

Si cambias tu sistema, pero no cuestionas tu ideas ¿de qué te servirá? Operarás el mercado a través de los mismos exactos esquemas erróneas, aunque utilices nuevas herramientas.

Es como un conductor que no conoce el código de circulación y que tiene accidentes cada dos por tres y piensa que lo que debe hacer es cambiar de coche!!! ¿Qué más da el coche que utilice? Mientras no aprenda a leer las señales de tráfico tendrá accidentes conduzca un Macan o un Polo.

¿Eres capaz de ver lo que hacen los traders institucionales? ¿Ves dónde entran comprando y donde entran vendiendo? ¿Ves las maniobras con las que atrapan al público? ¿Entiendes la necesidad que tienen de generar oferta y demanda? y ¿comprendes los mecanismos que utilizan para satisfacer sus limitantes? Si no eres capaz de ver esto ¿cómo se supone que desarrollarás una visión de conjunto? Ese conocimiento sobre los mercados, esa comprensión sobre lo que está sucediendo entre bambalinas, sobre qué mueve el precio y cómo, es el código de circulación, y debes aprenderlo si quieres conducir con éxito.

Si no eres capaz de leer la historia que cuenta el mercado lo que haces estará referido a lo micro y quedará fuera de contexto. Algunas veces acertarás y otras perderás, pero no podrás sostener tus resultados, simplemente porque lo que consigues es azaroso. Estás actuando sin la visión de conjunto y es como si estuvieras ciego a la parte más importante de la información.

Es como mirar un partido de tenis en el que solamente te es dado ver la mitad de la pista. ¿Cómo se supone que vas a entender lo que está sucediendo si no ves lo que hace el otro jugador?

Entiende también que si tienes ideas equivocadas pero no eres consciente de que lo son, seguirás utilizándolas para observar el mercado y seguirás sacando el mismo tipo de conclusiones erróneas que te darán pobres resultados. Por esto digo que el trabajo más importante, tras cierto desarrollo técnico, es interior. Debes trabajar sobre ti mismo, no sobre el mercado. La clave a la consistencia, lo que hará que logres otro tipo de resultados no está fuera, está dentro.