fbpx ¿Hay que utilizar el simulador? | Trading de Futuros Pasar al contenido principal

¿Hay que utilizar el simulador?

¿Hay que utilizar el simulador?

Un trader en proceso de formación puede utilizar muchas herramientas para conseguir antes su objetivo de ser consistente en los mercados. Una de estas herramientas es el simulador, que permite operar con una cuenta ficticia, es decir, sin que las operaciones sean tomadas con dinero real. Algo así como el trading en papel que se hacía antaño, donde uno anotaba en una libreta las acciones que pensaba comprar y luego analizaba su desempeño.

Las plataformas de graficación que están disponibles a día de hoy, hacen muy fácil el poder simular y de esta manera los traders que están aprendiendo pueden tomar sus operaciones sin que estas se ejecuten en el mercado real, es decir sin coste alguno.

Desde mi punto de vista tiene mucho sentido utilizar el simulador a pesar de que presentan alguna desventaja que cubriremos a continuación. La principal utilidad es la de entrenar a los traders en la toma de posiciones en un mercado que se mueve en tiempo real, y con unas condiciones que serás muy parecidas a las que deberán enfrentar cuando operen con sus cuentas... pero sin la presión innecesaria de tener que pagar con dinero sus errores.

Cuando un trader está formándose tiene que recorrer tres etapas claramente diferenciadas:

  1. Marco teórico. Se trata de adquirir los elementos clave que correlacionan con el éxito en los mercados tales como: esperanza positiva, ventaja estadística, manejo del riesgo, etc.
  2. Consistencia en simulado. Consiste en ser capaz de ganar al mercado de forma consistente con una cuenta simulada.
  3. Consistencia en real. Se logra cuando se gana al mercado de forma consistente con una cuenta real.

Los simuladores juegan un papel excelente en la segunda fase y permiten quitar presión al alumno. De esta manera se pueden centrar en los elementos técnicos sin tener que estar preocupados por incurrir en costes reales causados por su desconocimiento o falta de pericia.

Ahora bien, el uso del simulador conlleva una gran desventaja de la que tenemos que ser conscientes: eliminan el miedo a la pérdida y eso puede llevar al alumno a desarrollar malos hábitos. No es lo mismo simular en una cuenta virtual, que operar sabiendo que uno va a tener operaciones perdedoras. La respuesta emocional es muy distinta...

Esta falta de consecuencias puede llevar al alumno a adoptar actitudes y hábitos erroneos: operar sin stops, superar el límite de riego por operación, despistarse, sobreoperar...

Con una cuenta real y sabiendo que cada error va a costar dinero, el alumno suele estar mucho más centrado en lo que hace. Pero este ejercicio de concentración no es necesariamente bueno. El exceso de tensión suele influir negativamente en su proceso de aprendizaje. Por este motivo soy partidario del simulador, pero siempre que se integre de una forma adecuada a saber: hay que preservar el espíritu profesional en cada momento.

Esto quiere decir que el alumno antes de utilizar el simulador deberá conocer qué actitud es la adecuada para ganar en la Bolsa, qué conductas tiene que desarrollar para conseguir la consistencia, y qué gestión debe hacer de sus emociones... y luego, con este conocimiento, utilizará el simulador para entrenarse en la toma de posiciones mimetizando siempre su operativa real.

Lo que quiere decir este concepto es que el alumno duplicará exactamente el tipo de desempeño que quiere lograr en real. Si su cuenta es de 10.000$ y en el mercado que trabajará eso le permite utilizar solamente un contrato, en el simulador utilizará solamente un contrato. Si en una operación el precio va en su contra y su stop está amenazado, no lo tocará en simulado si tampoco lo va a tocar en real. El objetivo es desarrollar los hábitos del trading profesional y para ello es imprescindible comenzar por una correcta actitud.

Ahora bien, si el alumno tiene claro cual es su objetivo y qué papel juega el simulador en su proceso de capacitación, disponer de esta herramienta acelerará su capacidad de actuar como un trader consistente.

Por ese motivo es necesario que el trader simule el tiempo necesario para lograr la consistencia en simulado, pero no más tiempo del necesario. Es decir, una vez dicha consistencia, se logra, el trader pasará a operar en real. Al fin y al cabo sus resultados dependen de operar en real y eso implica una gestión emocional y una disciplina especiales que dificilmente logrará si se limita a simular.

En resumen: el simulador sí, siempre y cuando se adopte la actitud adecuada, pero solamente el tiempo necesario para ser consistente y adquirir confianza en su desempeño. Luego hay que pasar a real.