LA FACTURA PSICOLÓGICA DEL TRADING

Y no me refiero a la parte inicial de tu proyecto donde estás aprendiendo y cometes errores. No me refiero a las semanas o meses, en las que no sabes lo que haces, o sabiéndolo te equivocas.

Tampoco al periodo donde sí sabes lo que debes hacer y aún así no eres capaz de hacerlo.

Al inicio cometerás errores evitables, te equivocarás en aspectos básicos que más adelante podrás dejar atrás.

También habrá una fase en tu formación en la que, la naturaleza de tus pérdidas hundirá su raíz en aspectos de autogestión. La presión psicológica te hará soltar operaciones ganadoras antes de tiempo, defenderás tus posiciones en BE sin una razón técnica, modificarán los parámetros de riesgo o romperás la esperanza de tu sistema añadiendo aspectos que no has testeado.

Esta fase, en la que tienes un cierto dominio analítico y eres capaz de identificar buenas ventanas de oportunidad, pero en las que te gestionas mal y entras antes de tiempo, o demasiado tarde, en la que dudas al tomar una operación porque has perdido las dos anteriores, y en las que saltas a perseguir el precio para recuperarte de una pérdida. Esta fase se caracteriza por desarrollar un mal juego interior. 

El trader ya sabe analizar y encontrar buenas opciones pero el dominio que tiene de sí mismo no es aún el adecuado.

No me refiero para nada a estas fases en tu desarrollo cuando hablo sobre la factura psicológica. No me refiero a las pérdidas que cometerás por errores técnicos o emocionales.

Me refiero al precio que deberás pagar cuando ya seas un trader consistente. Cuando ya seas capaz de hacer crecer tu capital, de extraer dinero del mercado a voluntad. En ese escenario habrá una factura que pagar que es mejor que asumas lo antes posible.

Una factura en forma de dolor emocional. No es la frustración de cometer errores técnicos o psicológicos, sino la frustración de aceptar que, aun cuando estés siendo impecable deberás aceptar pérdidas.

Aun en el mejor de los casos, con un buen autodominio, con un conocimiento y una capacidad analítica y de gestión excepcionales, habrá muchos escenarios en los que el resultado de tus decisiones será una pérdida.

Lo has hecho todo bien, has encontrado una zona de trabajo adecuada, has esperado pacientemente a que la acción del precio se desarrollará acorde a la ventaja que explota tu sistema, y has hecho una gestión impecable de tu entrada, pero el resultado ha sido que el precio ha girado y ha tomado tu stop de pérdidas.

Tu sistema te da a ganar 6 de cada 10 operaciones, lo que implica que perderás 2 de cada 5. ¿Tienes claridad sobre lo que eso significa? ¿Has aceptado que, aun en el caso de que estés siendo técnicamente impecable y desarrollando un juego interior de primera, dos de cada cinco operaciones pueden darte un resultado negativo? ¿Comprendes que en un escenario así no tienes que centrarte en evitar esas pérdidas porque forman parte de tu sistema? ¿Que sería un error intentar evitarlas? Tienes los números a tu favor y no son malos. Un 60% de operaciones ganadoras y una relación entre riesgo en beneficio de tres a uno, por ejemplo, es una operativa por la que muchos traders profesionales darían un riñón. Y no obstante hay una parte oscura en eso: perderás el 40% de tus entradas haciéndolo todo bien.

Hay otros sistemas diseñados para evitar las operaciones perdedoras en las que el precio a pagar es que la relación entre el beneficio y el riesgo no es tan interesante. También los hay con una relación inversa: sistemas en los que pierdes más operaciones de las que ganas, pero en los que, cada operación ganadora te da mucho más que una perdedora.

Lo importante, para la reflexión que estamos haciendo, es que, sea como sea tu sistema, habrá operaciones perdedoras. Lo que quiero señalar es el precio psicológico que eso te hará pagar. Te has formado, has desarrollado tus conocimientos, tus habilidades y tu juego interior, y a pesar de ello, mientras eres consistente, estás entrando en operaciones cuyo resultado es negativo. ¿Cómo lo llevas? ¿Lo has aceptado sin luchar o sigues con la idea irracional de intentar desarrollar una operativa sin pérdidas porque no soportas la idea de tomar operaciones negativas?

Considero que los traders que siguen buscando sistemas sin pérdidas permanecen atrapados en un desarrollo insuficiente de su juego interior. Es mi opinión que andan por una cuerda muy fina de la que es fácil caer al vacío. Evitar las pérdidas no es necesario para desarrollar un trading consistente y posiblemente sea uno de los movimientos psicológicos más perniciosos.

Esas reflexiones no van dirigidas a este tipo de trader, sino al que ya está ganado, porque es él quien va a tener que vivir con la presión de aceptar que sus decisiones también resultan en pérdidas.

Sí, la suma de lo que pierde y de lo gana le sigue siendo favorable, en caso contrario no sería un trader consistente, pero lo que señalo es que hay una factura psicológica incluso en ese mejor escenario ¿lo ves?

¿Y qué me dices de las series de operaciones negativas en tu contra? Cuando hablamos de perder 4 de cada 10 operaciones, ese 40% no tiene porque estar distribuido de forma homogénea. En una serie de 200 operaciones podría tener series en las que encadenados 7 o 8 o 10 operaciones perdedoras seguidas ¿Cómo lo aceptarás?

Recuerda que si sigues en el juego de la negación, si permaneces atrapado en la idea de evitar las pérdidas y tu proyecto consiste en diseñar un sistema que no incurra en esos escenarios, tu juego interior no es aún el adecuado.

Pero incluso cuando estés en el tipo de desarrollo psicológico necesario tendrás que enfrentarte a ese tipo de situación, y eso no será la excepción. No es que alguna vez puedas encadenar cinco o seis operaciones perdedoras seguidas o más, es que eso es una realidad matemática. Es algo que va a pasar sí o sí. ¿Entonces qué? ¿Estás dispuesto a vivir con eso?

Ten en cuenta que estamos hablando de un trader que gana de forma consistente, que consigue resultados favorables y que trabaja bien, y aún así tiene que pagar esa factura.

Quiero que lo tengas en cuenta lo antes posible porque tal vez el tipo de aceptación emocional que debas desarrollar esté fuera de tus deseos. Tal vez no estés dispuesto a aceptarlo. En ese caso, cuanto antes lo sepas mejor.

Vayamos un poco más allá.

Imagina que estás tomando una sola operación al día y que operas 200 días al año. La relación entre el beneficio y el riesgo es de tres a uno. Una operación perdedora te cuesta 100$ y una ganadora te da 300$, y el 60% son ganadoras. Tu cuenta te permite tomar tres posiciones a la vez con lo que un día en positivo resulta en una ganancia de 900$ y uno en  negativo en una pérdida de 300$.

Un año entero, sin modificar tu gestión monetaria, te arrojará 84.000$.

El 60% de 200 días són 120 días en los que ganas 900$, lo que te supone unos ingresos totales de 108.000$, y el 40% son 80 días en los que perderás 300$, es decir, unas pérdidas totales de 24.000$.

108.000$ menos 24.000 dan 84.000.

El resultado te es favorable, pero ¿cuál es la factura psicológica que debes pagar para obtenerlo? ¿Qué harás si pierdes cada uno de los cinco días de una semana cualquiera? ¿Aguantarás ejecutando tu sistema o caerás bajo la presión y comenzarás a dudar? ¿Qué harás si encadenas cinco días en negativo, uno en positivo y cinco días más en negativo? ¿Y sin encadenar dos en negativo, uno en positivo, tres en negativo? ¿Qué harás si encadenas siete días seguidos en negativo? ¿Ves a qué me refiero? Aun en el supuesto de que lo estés haciendo todo bien deberás vivir con esas pérdidas, ¿sabrás hacerlo? ¿Podrás soportar la tentación de “mejorar tu sistema” ante una racha negativa? ¿Tendrás la confianza suficiente para seguir tomando todas las operaciones bien definidas que aparezcan en el mercado?